Un Gobierno de mentirosos compulsivos

«Son embusteros del poder, adictos a la mentira por si misma, tergiversadores de la realidad para beneficio propio»

No nos podía haber tocado peor gobierno para gestionar la pandemia que nos está asolando. Y no me refiero al signo político, no me refiero a que sea un gobierno del Psoe. Estoy convencido que si esto nos hubiera tocado con un Felipe Gonzalez u ... otro socialista de la vieja escuela, con sentido de Estado, al frente del Gobierno, los resultados o las gestiones hubiesen sido otras. Quizás no las compartiría todas pero tendría la sensación de que, al menos, se estaban preocupando por los españoles y no por sus propios intereses.

El problema es que nos ha tocado con personas al frente de nuestros destinos que les importa bien poco la integridad de los españoles, solo les importa el seguir teniendo poder y mantenerse en el Gobierno. Nos ha tocado toda una panda de descerebrados, de inútiles, de mentirosos compulsivos que hacen que no nos podamos fiar lo más mínimo de lo que nos dicen. Son embusteros del poder, adictos a la mentira por si misma, tergiversadores de la realidad para beneficio propio.

Nos ha tocado una panda de impresentables al frente de nuestro país que están más preocupados en perseguir a los que levantan la voz contra los errores que están cometiendo, que en tomar soluciones para evitar más muertes. Están más por la labor de censurar lo que los españoles pensamos, que en tomar medidas eficaces para acabar con esta pandemia dentro de nuestras fronteras. Inútiles frente a las competencias encargadas en sus Ministerios, que se permiten bromear en el Congreso de los Diputados con gestos o chascarrillos sobre el coronavirus. Políticos faltos de empatía con la sociedad española incapaces de mostrar el más mínimo signo de luto ante los miles de compatriotas fallecidos por el Covid-19.

Ahora no les basta con no haber sabido controlar la expansión del virus en nuestro país, haciendo oídos sordos a las recomendaciones de la OMS o de la propia China, sino que pretenden que los menores de 14 años puedan salir a la calle para ir a presuntos focos de contagios. Desde el Gobierno se nos pretende hacer creíble que no pasa nada porque los menores vayan a bancos, supermercados, farmacias… sino que es completamente seguro. Es decir, vienen desde hace una semana vendiéndonos la moto de que el confinamiento es malo para los menores, que puede generar problemas en su crecimiento, que si esto es contraproducente para su crecimiento y, lejos de permitir su salida a pasear, a tomar el sol o, simplemente, a que puedan expandirse fuera de cuatro paredes, les permiten salir pero solo para acompañar a los adultos a ciertos sitios donde es fácil coger el coronavirus.

¿De verdad que nadie sospecha que detrás de esto hay algo oculto? Pues miren ustedes, mentes lucidas del Gobierno, no me fío de sus decisiones para nada. Detrás de esto seguro que hay alguna pretensión oculta que no nos quieren decir. No me extrañaría que su intención fuera la de comprobar si es cierto que los menores son inmunes al virus, sobreexponerlos para ver cual es su reacción vírica y, en caso de que fuera así, tener la solución con los menores pero ¿y si no es así? ¿Y si se pueden ver afectados por el coronavirus?

Seguro que los hijos de Pablo Iglesias e Irene Montero no saldrán a la calle para ir a esos sitios, aunque claro, como dijo el líder podemita, él tiene la suerte de tener un jardín en su casa, y ¡vaya jardín que tiene!…

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