Cazón en amarillo
Es curioso como todavía encima de las tablas se hable de Teófila Martínez, se critique su gestión de hace más de siete años, pero nadie critique al alcalde por mentir sobre la zona azul, por ejemplo, o sobre su falta de palabra si se volviera a presentar a las próximas elecciones municipales
Tranquilos, no es que vaya a convertir mi columna en un blog culinario ni vaya a dar la receta de tan exquisito plato tan típico en nuestra ciudad. La razón de titular así mi columna de hoy es que, tras la columna de «pescaíto en ... blanco» que le dediqué hace unos años a Martínez Ares, después del pasodoble que este autor le ha dedicado a nuestro alcalde, he recibido algunos mensajes diciéndome que ya no lo era, que ya se había convertido en algún plato de más exquisito paladar, pero, como diría el Selu, «tampoco es pa ponerse ají».
Siete años lleva el Kichi de alcalde. De esos siete años, hemos tenido seis concursos de agrupaciones de Carnaval. En esos seis concursos que llevamos, incluido este COAC ‘light’, Martínez Ares ha escrito, y cantado, 44 pasodobles, arriba o abajo, y de ellos solo uno ha sido dedicado a criticar la gestión del alcalde, cuando ya es más que evidente la ineptitud del equipo de Gobierno para dirigir la ciudad, y disculpándose al final del mismo porque no sabemos cuánto lo siente…. Vamos a dejarlo en eso, en cazón en amarillo.
La realidad de la ciudad no puede justificar ya más la autocensura impuesta por algunos autores, la mayoría, para no criticar al alcalde. Es curioso como todavía encima de las tablas se hable de Teófila Martínez, se critique su gestión de hace más de siete años, pero nadie critique al alcalde por mentir sobre la zona azul, por ejemplo, o sobre su falta de palabra si se volviera a presentar a las próximas elecciones municipales.
Es cierto que el pasodoble de ‘Los sumisos’ es bastante duro, directo y en el que se nota el tono de hartura del autor, pero hecho con mucho tacto porque, como siempre dicen, el alcalde es uno de los suyos, no como el resto de gaditanos que sufrimos la mala gestión, que debemos de ser de otra ciudad.
El peligro para el alcalde de esta letra es que puede abrir la veda de futuras coplas contra la gestión del partido de extrema izquierda. Si un autor de reconocido prestigio, como es Martínez Ares, ha realizado esta letra puede hacer que otros se decidan a hacer lo mismo, a darle «caña» al Kichi sin miedo a unas posibles represalias consistentes en perder el favor del público. Y es que ya ni los suyos aguantan más las faltas de proyecto y de gestión de la ciudad, y así se vio al terminar de cantar la agrupación el pasodoble, porque el Teatro Falla rompió a aplaudir y se puso en pie.
Y mientras que de manera oficial el alcalde dice que cuando un poeta de Cádiz habla, el alcalde tiene que cerrar la boca. De manera «extraoficial» desde San Juan de Dios han empezado a filtrar los posibles motivos que han llevado al autor a dedicarle esa letra al alcalde y que no son otros que no haberle dejado una nave a Antonio Martínez Ares para hacer una especie de museo personal.
Es curioso como algunos ya han puesto en marcha el ventilador para esparcir basura contra el autor a fin de justificar que no ha cantado la realidad de muchísimos gaditanos sino por un interés personal.
En definitiva, que Antonio Martínez Ares ha dejado de morderse la lengua contra el alcalde después de siete años, lo cual celebro, pero tampoco creo que sea para calificarlo de producto ‘gourmet’ sino más bien de tapita de cazón en amarillo.