Cádiz, sucia por los cuatro costados
La mayoría de las calles de nuestra ciudad presentan un aspecto deplorable, manchas de suciedad incrustadas en el suelo, entre las baldosas, entre los adoquines

Recientemente, se aprobó por el Pleno del Ayuntamiento, a propuesta del equipo de Gobierno, un plan extraordinario de limpieza para nuestra ciudad. Lo triste y penoso es que días después de, supuestamente, haberse puesto en marcha, la ciudad presenta el mismo estado deplorable y sucio ... que antes.
La mayoría de las calles de nuestra ciudad presentan un aspecto deplorable, manchas de suciedad incrustadas en el suelo, entre las baldosas, entre los adoquines. Suciedad y mugre que pretenden limpiar igual que como limpiaban antes de este revolucionario plan de limpieza, únicamente con agua.
Hay sitios de la ciudad que hace años que no se baldean con productos de limpieza sino que lo único que utilizan es la manguera de agua que limpia superficialmente, pero no es suficiente una limpieza profunda de la suciedad. Lo único que realizan con dicho baldeo es empercochar la ciudad, mover la suciedad, los orines, la porquería de un lado para otro, pero sin que sea suficiente para desinfectar las calles.
Y esto no es cuestión de ideales políticos, ni de colores, la realidad está ahí fuera, en las calles, en nuestras plazoletas. Evidentemente, no comulgo con los pensamientos políticos de los que nos gobiernan en la ciudad, pero el pensamiento político no puede cegarnos a la hora de ver la realidad de lo que nos rodea. Se entiende que la limpieza de la ciudad queda al margen de esos pensamientos. Limpiar es limpiar sea uno de izquierda como si se es de derecha, salvo para el que es un guarro que da igual su ideario político, porque nunca verá la suciedad.
Es repugnante pasear por algunas calles y plazas en plena temporada estival, con más actividad en las calles tanto de residentes como de foráneos, y tener que soportar los olores nauseabundos de basuras y suciedades acumuladas desde hace tiempo. La misma plaza de San Juan de Dios, sede de nuestro Ayuntamiento y punto neurálgico de la ciudad, presenta un aspecto lamentable, auténticas manchas de suciedad en el suelo que en ocasiones son hasta pegajosas y que dejan ver un aspecto descuidado de nuestra ciudad. Imagínense si eso es en el centro lo que no ocurrirá en las calles de los barrios más alejados del centro.
La realidad es que la limpieza para este Ayuntamiento que nos gobierna es un tema baladí, un asunto de poca importancia. No sería necesario un plan extraordinario de limpieza si desde la delegación oportuna se hubiera velado todo este tiempo para que se hubiera cumplido con la limpieza necesaria para la ciudad. Ahora, de prisa y corriendo, sacan un plan extraordinario que lo único que hace es sacar por partida doble las carencias del equipo de gobierno y seguir dejándolos con esa parte del cuerpo donde la espalda pierde su nombre al aire, ya que ni de forma ordinaria ni de forma extraordinaria son capaces de gestionar la limpieza de la ciudad.
Y no es que la limpieza no sea un tema importante para la ciudad. Ya no solo por imagen a los que nos visitan, que si quieren puede dejarse ese aspecto al margen, es que la falta de limpieza de la ciudad puede ser un foco de infección para los que aquí vivimos, un caldo de cultivo propicio para las ratas, cucarachas y resto de insectos que al olor de la suciedad vienen. Insectos y animales que pueden provocar plagas de enfermedades que después harán que más de uno se lleve las manos a la cabeza.