Un buen agosto con sus pros y sus contras

Termina agosto y toca hacer balance de lo que este mes ha dado para la ciudad y para los gaditanos

Termina agosto y toca hacer balance de lo que este mes ha dado para la ciudad y para los gaditanos. En contra de lo que se pudiera haber pensado antes del verano, la ciudad fue invadida por turistas. Esta vez eran ‘guiris de interior’, con ... acentos de lugares muy finos pero que se les entendían al hablar. Este año nos vimos invadidos por españoles de otros lugares que ante el temor de salir al extranjero o a las condiciones impuestas por otros países a los que viajaban les ha llevado a elegir destinos nacionales para sus vacaciones. Y esta vez, la agraciada en la lotería de las vacaciones ha sido nuestra localidad.

En contra de lo que muchos piensan, esta afluencia de visitantes es más que beneficiosa para nuestra ciudad y para nosotros mismos, ya que la llegada de tantos visitantes activa la economía, cada vez más precaria, de nuestra ciudad. Solo había que darse una vuelta por las calles más céntricas y por las de los bares y restaurantes para ver que no cabía un alfiler, que había listas de espera para sentarse en una mesa o como en el mercado, en el rincón gastronómico, los puestos no daban abasto en las comandas.

Esto que en agosto solo redunda en un sector de la población, después, durante el resto del año se irá propagando al resto de comercios y servicios de la ciudad. El turismo, ese gran invento que decía aquella película española, es una de las patas fundamentales de la economía de la ciudad, por mucho que algunos quieran eliminarla de nuestra ciudad. Todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos sido, somos o seremos turistas en alguna ciudad del mundo y querremos que se nos trate con educación y con respeto.

El problema de muchos de esos detractores del turismo en nuestra ciudad es que no han salido nunca de Cortadura, con lo que eso conlleva, no sólo que se pierden el ver otras maravillas del mundo sino el creerse que viven en el ombligo del mundo, con el consiguiente problema de ‘catetismo’ que ello acarrea. El contrapunto a este verano de gran afluencia a la ciudad ha sido el estado de la misma. La ciudad no es que no esté cuidada, es que presenta un grave problema de dejadez por parte de los que pululan por San Juan de Dios. La limpieza de las calles y plazas brilla por su ausencia.

Un baldeo con agua de vez en cuando si hay suerte pero sin el más mínimo producto de limpieza que quite la mugre que existe. Los monumentos y edificios públicos presentan estados deplorables para ser contemplados por los visitantes. La estatua del monumento a las Cortes de 1812 sigue meses después sin que se le haya repuesto a espada que se le cayó, por ejemplo.

Nuestras playas presentan en muchas ocasiones una imagen deplorable ya no solo para los turistas sino para los que vivimos aquí. Limpieza a deshoras, servicios que dejan mucho que desear… La realidad es que parece que desde las instituciones municipales parece que no quieren dar la mejor imagen de nuestra ciudad a los que nos visitan.

Eso sí, el ‘Carioca’ sigue pintando líneas de colores por la ciudad haciendo imposible aparcar a los locales y visitantes, lo que conlleva que los aparcamientos municipales estén hasta arriba para beneficio de las arcas municipales. Especulando, los que acusaban de especuladores a los anteriores, con las plazas de aparcamiento de nuestra ciudad.

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