La Voz de Cádiz

15 años dándole vueltas a nada

La Junta vuelve a prometer tras mil decepciones. Y el Ayuntamiento vuelve a creer: ahora es el Museo del Carnaval

LA VOZ

El nuevo delegado de la Junta de Andalucía en Cádiz, Juan Luis Belizón, realizó el pasado lunes su primera visita institucional al Ayuntamiento de Cádiz. La estancia del nuevo representante de la administración autonómica estuvo rodeada de un clima de cordialidad que rozó la fraternidad, cuando no lo beatífico. Abundaron los gestos de cariño cruzados, hasta un lenguaje corporal de cercanía, de aquello que una vez se llamó campechanía. Desde que cruzó la puerta del consistorio y se reunió con el alcalde, José María González Santos, ambos han vuelto a conjurarse para prometer lo humano y lo divino. De forma más concreta, la veintena de proyectos cruciales que la Junta de Andalucía tiene paralizados en la ciudad de Cádiz, ante la impotencia y la incapacidad del Ayuntamiento (con este gobierno local y con el anterior) para obtener un mínimo grado de cumplimiento de la institución regional.

Volvieron a repasar –ahora como cuando estuvo la presidenta Susana Díaz– todos los problemas de la ciudad y a todos les encuentran solución teórica. Ninguna real ni práctica. La Ciudad de la Justicia podría pasar a ser Ciudad de la Educación en un tiempo muy, pero que muy, lejano. Sería ilusionante de no ser porque los que la anuncian son los mismos que han incumplido con residencia Tiempo Libre, plaza de Sevilla, estación de autobuses, nuevo hospital o Museo del Carnaval. Porque hasta del Museo del Carnaval se vuelve a hablar. El alcalde dice creer las promesas de la Junta. Que antes de verano de 2019 (sin prisas) habrá presupuestos y que para esa fecha, a dos años vista, podrían empezar las obras en el palacio de Recaño, el que acogiera el Conservatorio, junto a la Torre Tavira.

Belizón, igual que Susana Díaz, dice que hay que acelerar, que habrá que correr. Pero representa a los que han dejado pasar 15 años de incumplimiento en incumplimiento, de frustración en frustración y de chasco en engaño. Del carril bici, la rehabilitación de fincas antiguas, el tranvía y la apertura de la estación de autobuses a la Escuela de Náutica, Olivillo y la ejecución de la nueva fase de viviendas de Matadero. No hay peor metedura de pata para un político que dar fechas en público y violarlas.

En ambos errores han incurrido los dirigentes de la Junta, con la connivencia municipal, de forma reiterada en los últimos años. Llevamos demasiados años, unos 15, dando vueltas a lugares que no existen: Ciudad de la Justicia, Museo del Carnaval... Y ahí siguen. Hablando.

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