JULIO MALO DE MOLINA - OPINIÓN

12 de abril de 1931

Las repúblicas más breves de la historia contemporánea han sido precisamente las españolas a pesar de que fueron las más pacificas en la forma de constituirse

JULIO MALO DE MOLINA

De acuerdo al santoral católico cada 12 de abril se celebra la festividad de San Julio Primero Papa que no fue un Papa cualquiera. Julio I fue desde el año 337 y hasta el día 12 de abril de 352, el Papa número 35 de la Iglesia Romana; su contribución a la historia de nuestra cultura resulta de particular importancia pues decide trasladar la Navidad al día 25 de diciembre, fecha que según el calendario de la época coincidía con el solsticio de invierno, la celebración ancestral más importante para los pueblos del hemisferio norte, ya que ese día el sol invierte su ciclo decreciente y a partir de entonces su presencia cada vez más larga anuncia una nueva primavera. Así incorpora a la liturgia cristiana la festividad del renacer del ciclo de la vida, tal como aún disfrutamos nuestra Navidad sincrética. Y precisamente el día de San Julio de 1931 se produjo un acontecimiento decisivo en la historia de España. Las elecciones municipales convocadas por el gobierno militar del rey Alfonso XIII que presidía el almirante Aznar, otorgan una amplia victoria a las candidaturas de la coalición republicano-socialista en casi todas las capitales de provincia, así como en las restantes ciudades populosas del reino. Tan rotundo resultado provoca la dimisión de Aznar y el abandono de buena parte de la Corte. Alfonso XIII trata de negociar con Niceto Alcalá Zamora que lideraba la coalición republicana, quien en nombre de la cual exige al monarca que abdique.

Alcalá Zamora fue ministro de Alfonso XIII, descontento con la nefasta política de la restauración borbónica que había sumido a España en la pobreza, la incultura y el caciquismo, funda con Miguel Maura el Partido de la Derecha Liberal Republicana y promueve el Pacto de San Sebastián suscrito el 17 de agosto de 1930, en el que participan múltiples formaciones y al cual en octubre se suman el PSOE y la UGT. Como consecuencia de esa decidida iniciativa contra la monarquía, en la primavera de 1931 el pueblo español acogió alborozado la recuperación de la república. Las repúblicas más breves de la historia contemporánea han sido precisamente las españolas a pesar de que fueron las más pacificas en la forma de constituirse. La primera República que proclamó el sufragio universal y la abolición de la esclavitud, sólo duró once meses; le sucedió una monarquía no democrática, la primera restauración borbónica. La segunda República garantizó la absoluta laicidad del Estado, aún no repuesta a causa de la vigencia actual del Concordato con la Iglesia; aprobó el voto femenino, además de otros muchos derechos en un país que apenas un siglo antes había abolido la Inquisición. Fue atacada en su quinto año de vida y a costa de un tremendo baño de sangre se restablece un poder personal que da paso a la realeza cuando muere el Caudillo restaurador.

El 12 de abril además celebro mi onomástica, el nombre del Papa navideño se lo pusieron a mi abuelo paterno por su padrino, un ingeniero italiano llamado Giulio Casciaro, compañero de su padre. Gran tipo mi abuelo cuya trayectoria encarna la vicisitudes de su época. Pasa buena parte de su vida en Londres y luego trabaja con entusiasmo en la comisaría de abastos de un Madrid republicano y asediado. Un proceso promovido por los sindicatos en el cual resulta absuelto con todos los pronunciamientos favorables le conduce sin embargo al desencanto y al abandono de Madrid, capital de la gloria.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación