OPINIÓN
A, A, A
El mundo de la cultura, la música y las artes escénicas va en caída libre
En mi barrio, cada mañana, el primer autónomo en levantar la baraja es José Mari, él de la cafetería Tropical . Probablemente no sea el que inicia la jornada diaria de ese ejército callado y fiel a sus tareas. Otros, seguro que se le ... han anticipado en esa rutina automática del autónomo, que no tiene más dios que las ganas, ni más tiempo que el suyo y ni más fuerza que la qué les da el llegar a fin de mes con las cuentas ajustadas.
En los últimos meses, en un local de al lado se habían iniciado obras. Entre la vecindad se especulaba. Eso es muy de Cádiz, interesarse por las obras ajenas. El tiempo hizo que aquello fuera tomando forma. ¿Un local mixto?. Por un lado actuaciones en directo con copas, sala de espectáculos, por las mañanas desayunos, y por otro una academia de artes escénicas. De buena mañana, un día en plena pandemia, salimos de la intriga. Se llamaba Serendipia y surgía con las ganas de la juventud atronadora y el ímpetu de las artes en todas sus facetas. Su programación, variada y plena. Tocarían todos los palos, del flamenco al jazz, del teatro en pequeño al carnaval, del pop a la canción de autor. Nada se les resistiría. Y se coló la innombrable.
Dicen, y es cierto, que uno de los sectores más castigados, en tiempo y forma, han sido el turismo y la hostelería en su gama más amplia. ¿Pero y el del arte? Decía Oscar Wilde que «el arte es completamente inútil, pero es imposible vivir sin él».
El mundo de la cultura, la música y las artes escénicas va en caída libre. Nuestros más renombrados artísticas están en sus cuarteles de invierno intentando sobrellevar los efectos de la tormenta perfecta. La mayoría de músicos, actrices y actores sobreviven a duras penas con lo puesto . Autónomos la mayoría, y lo menos, con suerte, cotizantes de los Regímenes Especiales Integrados (artistas, toreros y representantes de comercio). La agonía de los millones de trabajadores por cuenta ajena es insoportable, la de los artistas no tiene nombre.
Ser Artista, Autónomo y Andaluz se ha convertido en insufrible para tanto genio y creatividad como acumula esta tierra. Rebozan la juventud que los hace inmunes a la desesperación. Acumulan en su haber una trayectoria de ilusión dispuesta a combatir el desánimo que les rodea. Los promotores públicos de eventos culturales están desaparecidos. Los privados ajustan unas cuentas que no les salen y no se arriesgan. Sólo se conforman con la espera y las alforjas cargas de proyectos.
Por lo menos un rayo de luz para este grupo de creadores y creadoras que nos hacen la vida más llevadera, que son currantes de tablas y escenarios, que de la música, las letras y la escena hacen una forma de entender la existencia. Las Niñas de Cádiz han sido galardonas con el Premio Max al Mejor Espectáculo Revelación por su obra 'El viento es salvaje'. Tenía que ser un viento de porte desvergonzado. ¡Por ese nutrido grupo de artistas, autónomos y andaluces!