Julio Malo de Molina
El sur
Encarcelado en mi sanatorio y en sus metódicos protocolos recuerdo también un bello relato de Borges: ‘El Sur
En el sur del sur de Europa, así llamaban el lugar que habito los profesores José Ramón Moreno y Félix de la Iglesia en un artículo de un diario sevillano que elogiaba la proyección cultural y social del Colegio de Arquitectos en los tiempos en que fui su decano. Aquí sigo, ahora en un desvencijado sanatorio construido sobre el tómbolo arenoso en forma de cola de cometa que separa al infinito océano de las aguas mansas de la bahía de Cádiz donde un equipo sanitario primoroso y vocacional intenta recomponer mi ojo roto por la mar y de tanto mirarla. Enchufado a una bomba de medicamentos observo desde una forzada lejanía las erráticas controversias de los políticos de esta etapa peculiar de nuestra historia que al menos preludia cambios. Aunque algunos la conocen y otros la deducirán de mis palabras no voy a revelar de entrada mis propias convicciones. Recuerdo una entrevista al historiador español Manuel Tuñón de Lara, catedrático por entonces de la Universidad francesa de Toulouse, publicada por la revista Triunfo a principios de la década de los setenta; cuando el periodista le preguntó a que partido votaba, el profesor contestó: es evidente que usted no vive en un país democrático, eso nunca se pregunta porque el secreto es una de las cualidades de un voto auténtico y libre. Añado que aunque escribo con seguridades probablemente me equivoque. A por la tercera, esta parece una consigna que se repite con distintos significados; para ciertos sectores de la izquierda se refiere a la República, para la derecha conservadora del PP a una nueva vuelta electoral. Mariano Rajoy ha mutado su discurso triunfalista de cuando se proclamó vencedor en los segundos comicios olvidando de nuevo que se trataba de unas legislativas y no de unas presidenciales en votación única y por mayoría simple supuesto que sí le habría dado la presidencia del gobierno con solo un tercio de los votos emitidos; reclama el apoyo de sus rivales en el dueto bipartidista que caracterizó nuestra política reciente, algo que desde su actual debilidad el PSOE no puede concederle. De entre los tres segmentos más relevantes de nuestro panorama dos de ellos PP y PSOE han disminuido notablemente su potencial electoral en las dos rondas recientes mientras que la izquierda democrática ha cuadruplicado sus resultados y ese parece el factor mas renovador del escenario, lo que a mi juicio debería justificar una coalición socialdemócrata de gobierno a la cual los socialistas le tienen pavor. Aún así puede que veamos al PP gobernar con un parlamento crítico, situación que se produce habitualmente en otros países y a lo que la derecha española no está acostumbrada por su carácter autoritario.
Encarcelado en mi sanatorio y en sus metódicos protocolos recuerdo también un bello relato de Borges: ‘El Sur’. Narra las desventuras del secretario de una biblioteca de Buenos Aires que contrae un septicemia y vive su curación en el hospital como una visita al infierno. Decide pasar su convalecencia en una estancia familiar situada en el salvaje sur austral. Después de recorrer en tren la dilatada Pampa, en el galpón donde debía coger el coche que le llevara al lugar de reposo se ve envuelto en un duelo a cielo abierto frente a un muchachote borracho. El bibliotecario empuñaba un cuchillo que «no serviría para defenderlo sino para justificar que lo matarán». Sintió que esa era la muerte que hubiera deseado cuando se encontraba en el sanatorio.
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