El gran proyecto de 2022 se llama Focus
En estos meses se ha garantizado el futuro de esta fundación, una institución irrepetible
Entramos en un nuevo año electoral y los partidos de uno y otro signo iniciarán su particular carrusel de promesas ilusionantes. Imaginen que uno de los candidatos a la alcaldía asegura que quiere reforzar a Sevilla como auténtica capital internacional del Barroco; armado de optimismo ... promete que restaurará un gran edificio histórico del barrio de Santa Cruz para acoger exposiciones permanentes con obras de Murillo y Velázquez; y asegura, además, que recopilará el mayor fondo documental de este periodo artístico con más de 40.000 volúmenes para atraer a investigadores de todo el mundo.
La noticia sería toda una bomba cultural que, en realidad, ya se ha producido. Hace ahora treinta años Abengoa concluyó una primorosa reparación del Hospital de los Venerables para ubicar la sede de la Fundación Focus, una institución que atesora, estudia y enseña el patrimonio de la época del máximo esplendor de Sevilla. Se trata de una iniciativa cuya materialización ha requerido varias décadas de trabajo e inversión, que nació en la sociedad civil, que ha enriquecido la cultura de la ciudad… y que ha estado en serio riesgo de difuminarse bajo el peso de la crisis de la multinacional hispalense.
Si esta fundación se hubiera malogrado habría sido casi imposible reconstruir de nuevo algo similar, por eso el gran proyecto de Sevilla en 2022 ha sido su salvación íntegra y su renacimiento bajo un nuevo patrocinio. Se ha tratado de un proceso minucioso –y silencioso– que ha requerido cerrar frentes muy diversos. En primer lugar, se modificaron los estatutos para desenlazar Focus de la empresa Abengoa, incapaz ya de pilotar el crecimiento de la institución. El segundo paso fue dotarse de una mínima estabilidad financiera para equilibrar sus cuentas, lo que exigió la venta del lienzo de Santa Catalina de Murillo al Museo de Bellas Artes (una operación hábilmente financiada por la Junta de Andalucía que permite mantener la obra en la capital andaluza). Encauzadas la situación normativa y económica, el gran desafío era encontrar una institución con la fortaleza suficiente para imprimir un nuevo liderazgo y ambición a la fundación. Y es ahí donde apareció la Compañía de Jesús y la Universidad Loyola, que se ha aliado con Focus para garantizar su futura expansión. El campus de los jesuitas encuentra, además, una plataforma perfecta para aterrizar en el corazón de Sevilla. Esta nueva perspectiva ha permitido realizar fichajes de relumbre para el patronato de Focus, como Esther Cruces, directora del Archivo de Indias. El broche de oro sería hallar la fórmula final para que el cuadro 'San Pedro Penitente de los Venerables' de Murillo –que todavía pertenece a Abengoa– no abandone nunca la colección del barrio de Santa Cruz... Pero lo más importante para el bien de Sevilla ya está hecho.
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