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pincho de tortilla y caña

Viaje al pasado

El tiempo no perdona. Es un espejo fiel de lo que fuimos y un amargo recordatorio de lo que quisimos ser

Luis Herrero

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Una de las consecuencias de hacerse mayor es que las historias que cuentan las novelas dejan de sorprenderte. Las aventuras humanas, y los impulsos que las provocan, no han cambiado desde 'La Odisea'. El repertorio de la conducta de los hombres es limitado.

Tal vez ... por eso sea tan frecuente que, a partir de una determinada edad, crezca el interés por releer los libros que marcaron nuestra existencia. En mi caso hay una segunda razón. Tengo una memoria tan flaca que olvido con pasmosa facilidad los títulos y los autores de casi todas mis lecturas. Me pasa lo mismo con las películas. Esa amnesia patológica me hace pasar malos ratos cada vez que me reúno con esa clase de amigos, buenos pero odiosos, que se acuerdan de todo lo que han visto o leído desde su más tierna infancia. A veces me veo envuelto en tertulias apabullantes, repletas de rigor memorístico, en las que me hago tan pequeño que me dan ganas de desaparecer. Al principio me humillaba dar la impresión de ser un analfabeto funcional y trataba de disimular asintiendo con rotundidad cada vez que alguien evocaba un dato que yo había olvidado. Ahora ya me conocen y no tengo que fingir. Todos saben que soy el más torpe del grupo.

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