Vizcaíno es inocente y el Cádiz CF gana
La absolución al presidente debe ser aceptada por todos, aficionados o no, partidarios o no, como un punto final que beneficia al club y permite centrarse en los objetivos comunes
Es un lugar común, como tantos, con una base real formada por la experiencia colectiva: el fútbol profesional, el empresarial, el espectáculo, es un mundo sujeto a pasiones irracionales en el que la objetividad tiene escasa cabida, estrecho acomodo. Pero cuando ese mundo de entretenimiento ... y sentimiento entra en contacto con otras facetas como la económica, la social o la judicial conviene recuperar el raciocinio e intentar poner las piezas en orden. El presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno Fernández, ha sido absuelto dentro de la amplia causa denominada 'caso Invercaria'. La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla ha resuelto exculpar al mandatario cadista como socio de la empresa Own&Spa Desarrollos SL. A otros dos encausados, también. El proceso judicial trata de aclarar la legalidad de ayudas millonarias concedidas a varias empresas desde la Junta. La que recibió la firma de Vizcaíno era acorde a la legislación. Nada que añadir. Si habitualmente se incide en la necesidad de respetar la sagrada presunción de la inocencia más aún cabe resaltar que las absoluciones limpian cualquier mancha. Es más, como sociedad democrática y avanzada que pretendemos ser hay que convenir que la sospecha ni existe. Nada que reprochar. Nada a lo que responder. Nuestros tribunales son soberanos y estamos en la obligación cívica de acatar, creer, todas sus resoluciones. Punto final.
La postura ha de ser la misma cuando otros dirigentes o exdirigentes del club de nuestros amores –los que sean– reciben condena o absolución. En este último caso, cabe celebrar que la entidad y la afición a las que representa Vizcaíno quede también libre del desdoro, incluso la distracción, que puede suponer un litigo con desenlace negativo. Cualquier persona, aficionada o no, que pretendiera ponderar la influencia o afección de un conflicto legal en la dirección del equipo puede volver a la calma. No hay tribulación ni tribunales. Si la Justicia dice que todo está en orden, así es. Ahora la dirección deportiva y la gestión son los únicos puntos interés, sin influencias externas, en el devenir del Cádiz. Es una tranquilidad. Todos, el fútbol, los equipos, ganan cuando sus dirigentes quedan al margen de estas circunstancias. Todos pueden, deben, volver a centrarse en el juego.