apunte
Valcárcel como ejemplo de que la cooperación es posible
El acuerdo entre administraciones es un rayo de esperanza para el desbloqueo de tantos proyectos retrasados
Es una satisfacción comunitaria, ciudadana, que dirigentes institucionales de distintas formaciones políticas sean capaces de llegar a un acuerdo por el presunto bien común. Junta de Andalucía (PP), Ayuntamiento de Cádiz (Anticapitalistas), Diputación Provincial (PSOE) y el Rectorado de la Universidad de Cádiz (dirigido por ... un exconcejal socialista) han sido capaces de llegar a un acuerdo. Asombroso en la campaña electoral perpetua en la que vivimos. Insólito en el cruce de reproches crónicos. Mucho más que el proyecto en sí, el motivo de alegría entre los ciudadanos y votantes radica en ver algo parecido al consenso, a la cooperación, al encuentro y el entendimiento. Si llega a convertirse en un proyecto tangible, sin más retrasos, ya será glorioso. Cualquiera entenderá cierta reserva, cierta desconfianza. Han sido muchos los anuncios desde finales de siglo XX cuando, por resumir, Diputación vendió el protegido y monumental Antiguo Hospicio, o Valcárcel, a una empresa llamada Zaragoza Urbana para su reconversión en hotel. Tras 17 años de burocracia, frenazos y desencuentros, la empresa renunció y el Rectorado propuso convertir el recinto histórico en Facultad de Educación para reactivar con esta ampliación del Campus en Cádiz, el barrio de La Viña. Después de otro lustro añadido de discusiones y debates, sobre aparcamientos, ajustes y, sobre todo, financiación ayer llegaron todas las partes a un acuerdo de colaboración. Nada más. Nada menos.
Y es que los gaditanos llevan años esperando en vano que sus representantes en distintos estamentos sean capaces de llegar a pactos mínimos, como éste, para desbloquear una indignante serie de retrasos que, por una cuestión u otra, son achacables a representantes de distintas formaciones e instituciones. La lista es larga y dolorosa. Por ejemplo, el tranvía metropolitano llamado a recorrer y articular la Bahía de Cádiz va a entrar en marcha estos días tras casi 20 años de retrasos de los que más de 17 corresponden a excusas socialistas. Lo mismo podría decirse de Residencia Tiempo Libre (también reactivado, afortunadamente), Escuela de Náutica, nuevo hospital, Castillo de San Sebastián, Ciudad de la Justicia, Puerto América o la Plaza de Sevilla.
Ni uno de estos grandes proyectos se ha visto libre del retraso por enfrentamientos entre instituciones, por la torpe guerra burocrática. Desde ayer, con Valcárcel, hay un rayo de esperanza.