Opinión
Es sólo una calle
Cádiz y San Fernando estrechan lazos para recortar e incluso eliminar algunas de las barreras físicas y psicológicas que las separan
Cádiz y San Fernando. Tan cerca y tan lejos. Apenas un puñado de pocos kilómetros separan los núcleos urbanos. Sin embargo, existen barreras, físicas y mentales, que separan a dos localidades hermanas que se dan la mano justo en el Río Arillo.
La psicológica se ha ido reduciendo. El revanchismo paleto debe tener el mismo recorrido que los centímetros que separan la mirada de la punta de la nariz. Se queda el último reducto del fútbol, y casi ni eso. La llegada de miles de gaditanos a tierras isleñas debido a la escasez de terreno existente en la capital ha estrechado aún más los lazos entre los vecinos.
La física es palmaria y más compleja, pero si las buenas intenciones se convierten en realidades puede librarse este último obstáculo. Es esa autovía (CA-33) que a la vez que une, separa, por el mismo razón: el tránsito rodado. Bruno García y Patricia Cavada, los alcaldes de ambas ciudades, trabajan para diseñar y construir una avenida mucho más amable que invite a pasearla y recorrerla. Que no sea una carretera, sino una calle.
Es difícil imaginarlo. Lo asemejan a los trazados de la Costa del Sol, donde los municipios se van sucediendo sin interrupción: Fuengirola, Benalmádena, Torremolinos, Málaga... No hay que agarrar el volante para ir de un sitio a otro, basta con cambiar de acera para variar hasta el código postal.
Un proyecto cuanto menos curioso. No obstante, más allá de ideas por desarrollar, se agradece la buena sintonía entre los regidores de Cádiz y San Fernando. Hombre y mujer, Partido Popular y Partido Socialista, y mostrando una conexión elogiable que se aleja de tanta 'porfía' mal encarada de tiempos no tan pasados. No están condenados a entenderse, están afortunadamente obligados a unirse aún más para caminar juntos hacia un horizonte mejor. Suena muy bien el cambio que desean introducir en la normativa para el aprovechamiento del agua no potable en el baldeo de las calles de las ciudades. Medioambiente, el parque natural, las vinculaciones laborales... Se acabó el competir entre ellos. Toca sumar.
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