Apunte
De la propaganda al abandono
El Ayuntamiento de Cádiz culmina un triste tránsito en la atención a los 'sintecho'
De no ser porque perdemos todos, especialmente los que menos tienen, provocaría una sonrisa la abismal distancia entre el discurso demagógico y maniqueo del alcalde o sus concejales y la realidad de su gestión. Especialmente doloroso resulta ese abismo cuando afecta a un conflicto como ... las personas sin hogar. Cuando el conglomerado Podemos-Anticapitalistas-Adelante llegó al poder municipal en Cádiz lo hizo con un discurso que hablaba de miseria que erradicar, de personas sin casa a las que rescatar, abandonadas por la administración. Ese mensaje jugaba con un dolor que tiene cualquier ciudadano con algo de humanidad, conciencia y decencia. Sin embargo, pasados casi ocho años, dos mandatos completos, la situación es mucho peor. Cualquier vecino, cualquier visitante ha visto cómo distintos espacios de la ciudad se han llenado de esas personas vulnerables y se ha convertido en el hogar de hombres y mujeres cuyo único techo es el cielo, el frío terrible o el calor inclemente. Los actuales responsables municipales utilizaron esa situación para obtener beneficio político y achacar ese fenómeno tan universal y antiguo a los rivales políticos.
Desde las asociaciones y entidades que prestan de forma altruista su ayuda a estas personas sin hogar -ofreciéndoles comida, productos de higiene o simplemente escuchándoles- siempre saltaron las voces de alarma al creer que no era posible prometer soluciones mágicas. Ahora se produce una vuelta de tuerca y uno de esos colectivos denuncia, no sólo que la situación ha empeorado sin que la teoría de la Alcaldía haya llegado nunca a la práctica, si no que además se desatiende a este tipo de organizaciones que prestan una labor fundamental, imprescindible, que llegan hasta donde las instituciones públicas no saben, pueden o quieren. Es el caso de la Asociación Albergue Hogar Despertares, con años de atención y ayuda a personas sin hogar desde sustento y orientación a la ya tradicional comida de Navidad. La respuesta que reciben sus dirigentes desde el Ayuntamiento es un veto por «decir lo que piensan sobre la mala gestión con las personas sin hogar por parte del Ayuntamiento». Por tanto, se ha pasado del uso propagandístico de estas personas al abandono de su problemática y, por último, al ataque por omisión contra los que tratan de ayudarles. En este triste punto ha terminado el recorrido.