El Apunte

Policías y guardias civiles atacados, no a la impunidad

Cádiz registra 320 agresiones a agentes por lo que se hace necesaria una pausada reflexión

Durante 2023 en la provincia de Cádiz se han producido 320 agresiones a policías y guardias civiles. Ataques perpetrados mientras estos agentes estaban desempeñando su servicio de seguridad al ciudadano. De una u otra forma fueron atacados, cuando realizaban su trabajo. Cuando cuidaban de todos ... los demás. Y con estas 320 agresiones, casi una por día, Cádiz despunta a nivel nacional y año tras año es una de las provincias de España donde más altercados de este tipo se producen. Sólo superada por algunos otros lugares con una densidad de población mucho mayor como Madrid, Barcelona, Valencia o Málaga, y, por tanto, con unos índices de criminalidad más altos.

Por tanto, 320 es una cifra que no hay que pasar por alto y hay tener en cuenta si lo que se quiere es cuidar a los que nos protegen. Porque es cierto que un agente asume determinados riesgos al ejercer una profesión como la suya, pero también hay que mirar más allá: el cómo, en qué clima trabajan y con qué medios cuentan para que esa impunidad, esa violencia, no se les vuelva en contra de manera continua. Que los garantes de nuestro bienestar no se sientan continuamente en peligro. Y así podrán desempeñar su función de manera más eficiente.

Y por ello es evidente que es necesario mejorar sus condiciones. Dejar el discurso político a un lado y ponerse en el uniforme de estos profesionales que muchas veces se sienten desamparados, y aún así, siguen realizando su trabajo. Porque en frente tienen al enemigo, al que hace el mal, al que maltrata, al que trafica con drogas, al que roba, al que conduce borracho, al que mata, al que reincide y ataca. Y ellos se ponen en medio para que no pasen y hagan aún más daño. Para que si infringen las normas de este Estado constitucional y de derecho tengan su castigo.

Recientemente, en la Audiencia de Cádiz se juzgaba a dos delincuentes que habían agredido a unos agentes cuando los detuvieron en un robo. Sin embargo salieron por la misma puerta por la que entraron y con una multa mínima como condena. El caso se había producido hace diez años y esa tardanza en los juzgados les valió para salir casi indemnes.

Eso es justo lo que da el sentimiento de impunidad. Los retrasos judiciales, la falta de medios y contundencia, el 'aquí no pasa'... seguirán lastrando una seguridad cada vez más necesaria si no se apoya con medidas y hechos, de una vez y de verdad, al que está de nuestro lado.

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