apunte
Una pérdida de papeles que sonroja a El Puerto
Si incomprensible fue la reacción de David de la Encina, más aún lo es que aproveche su comunicado de disculpas para atacar al Partido Popular
Vergonzoso. No hay otro adjetivo para describir lo vivido el pasado miércoles en el Pleno del Ayuntamiento de El Puerto. Las imágenes de los gritos y las amenazas, ese «te reviento la cabeza, niñato», ha puesto la cara colorada a toda la provincia de Cádiz. ... Las imágenes de este estrambótico suceso han dado la vuelta a España y han convertido a la provincia de Cádiz en general, y a El Puerto en particular, en el hazmerreír del país.
Lo inconcebible es que quien ha propiciado esta situación no ha sido un neófito en esto de los debates públicos. Uno puede entender, que no disculpar, que un nuevo concejal, un hombre o una mujer recién llegados al mundo de la política, caiga en este monumental error. Pero no, quien ha protagonizado estas imágenes bochornosas ha sido David de la Encina, exalcalde de la ciudad y cabeza visible del Partido Socialista en El Puerto.
Y si el error pudiera entendérsele por un humano calentón, por la pasión que despierta la política, lo que no puede disimularse es que 24 horas después, en un comunicado de disculpas, aproveche para arremeter contra el Partido Popular, contra el alcalde Germán Beardo y contra el mismo Javier Bello, objeto de sus amenazas. Descartada la bisoñez política del protagonista, quizá habría que preguntarse si no es la desesperación ante la próxima campaña electoral la que le está moviendo a comportarse de esta manera. Si cree que sus rivales mienten, sabe que la vía de respuesta son las pruebas, no los gritos.
Es de esperar que en las próximas horas (quizá ya haya sucedido cuando salga publicado este Apunte), De la Encina recapacite y pida disculpas sin ambages ni subterfugios dialécticos por su actuación en el Pleno del pasado miércoles. Sólo de esa manera podrá dignificarse un poco la vida política, que nos está acostumbrando en demasía a exabruptos como el que estamos denunciando en este espacio. Si quienes nos gobiernan pierden la capacidad de buscar consensos, de acercar posturas, y de responder a un debate con mesura, entonces tenemos un serio problema.