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La partida del jugador que sólo sabe esperar

El conflicto del Ayuntamiento con la Policía Local está tan profundamente enquistado que ya no sorprende la falta de soluciones y de agentes

A menudo suelen compararse las negociaciones, en especial las políticas, con partidas de ajedrez. Uno puede ver las jugadas y las piezas sobre el tablero, pero no sabe qué piensan los contrincantes mientras van desarrollándose los movimientos. Un caballo. Un alfil. Puede que un jugador ... aparentemente vaya perdiendo y que todo responda a una elaborada estrategia con la que sorprender a su 'partenaire'. Tal podíamos pensar del caso de la confrontación sobre la nueva RPT que mantienen la Policía Local y el Ayuntamiento de Cádiz. Viendo cómo se prolongan las conversaciones, cómo no parecer haber avance, cabría imaginar en una magistral trampa por parte del equipo de Gobierno, con un gambito de Quirós en primavera para desatascar el conflicto. Sin embargo, en vista de los resultados, de cómo una partida que parecía llegar a buen fin se enquista y ha vuelto a dejar la playa sin vigilancia hace unos meses y hará que ni la San Silvestre ni la Navidad tengan agentes, debemos empezar a pensar que el alcalde no conoce las reglas del juego, que ni siquiera alcanza a ver con claridad dónde están sus piezas y que sólo confía en que se vaya agotando el tiempo en el reloj para que sea otro quien resuelva el tablero. En esta partida, además, la Policía Local sabe que de su contrincante, como se demostró a finales del pasado año, solo puede esperar trampas.

Los gaditanos hemos caído en la triste monotonía de sabernos desamparados de soluciones. Después de tantos años, las negociaciones entre la Policía Local y el equipo de Gobierno no se han movido un centímetro con la consecuencia conocida: no se presentan agentes a los servicios que se salen de la pura rutina, como la mencionada San Silvestre o como lo será la Navidad. Cabe preguntarse qué sentido tiene estar manteniendo a unos gestores públicos que no saben hacer el trabajo que se les ha encomendado: buscar soluciones. De nuevo, serán los gaditanos y su seguridad los que paguen por una desidia que se erige como la única jugada que se conoce en San Juan de Dios.

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