Las obras no son para el verano
Cádiz, ciudad turística y que recibe a miles de visitantes estos días, no puede permitirse estar levantada por zonas tan emblemáticas como La Caleta
![Las obras no son para el verano](https://s3.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/opinion/2022/08/05/caleta-RxsgGny4rBCX4p32LBOGvuI-1200x630@abc.jpg)
Uno de los anhelos veraniegos de casi todo aquel que visita Cádiz e incluso de quienes nacimos y vivimos en esta ciudad es disfrutar de ese atardecer mágico e indescriptible que se dibuja en La Caleta cada día. Esa estampa única es uno de los ... reclamos de esta ciudad que con el paso del tiempo ha asumido que tiene que vivir del turismo, entre otras cosas, porque no quedan alternativas.
Y en ello están quienes procuran cuidar la imagen de Cádiz y hacerla una ciudad amable, acogedora y confortable para los gaditanos, y por supuesto para los turistas, a pesar de las trabas y dificultades que en demasiadas ocasiones llegan desde el propio Ayuntamiento. Ejemplo de esto último es lo que sucede estos días, en pleno mes de agosto, con las obras de las bandas de rodadura del perímetro de nuestro casco antiguo y que ahora se centran nada menos que en el entorno de La Caleta.
Resulta cuanto menos llamativo e incomprensible el hecho de que no se hayan postpuesto estos trabajos para acometerlos en otro momento, dígase el otoño, teniendo en cuenta además que se trata de una obra que se podría ya calificar casi de histórica. Tanto, que probablemente cuando se acabe por esa parte habrá que empezar a retocar lo que se hizo al principio.
Lo lamentable es que en la planificación no se haya tenido en cuenta la incomodidad y las molestias que esto podía ocasionar en verano. Porque pese al empeño que hay en ello, no todo el mundo se puede desplazar en bicicleta o patín eléctrico.
Con este panorama lo de acceder en coche o autobús al centro por el Campo del Sur e intentar llegar hasta La Caleta o ir a La Viña y disfrutar de una buena caballa con piriñaca se convierte en una aventura a la que hay que echarle tiempo y paciencia. Probablemente cuando llegue, el Lorenzo ya se habrá escondido. Pero mientras eso sí, disfrutará de las vistas del adoquinado apiñado en la acera, la tierra desparramada y las vallas y los conos marcando esos caminos imposibles para los peatones. Esto es Cádiz, la ciudad que quiere vivir del turismo y que levanta su entorno más señero en el momento más inoportuno. Porque las obras, se miren por donde se miren, no son para el verano.