apunte
Números cambiantes, desgracia fija
Las fluctuaciones en los datos del paro proporcionan disgustos como el de este martes pero no cambian una realidad dramática, crónica y demasiado antigua
Tampoco es que nos enterásemos ayer. Lo llevamos sufriendo décadas y las pequeñas treguas, las épocas de alivio, nunca logran que el desempleo deje de ser un problema estructural, crónico, endémico en la provincia de Cádiz. Viene de largo. Parece que lo llevamos en los ... genes y, por supuesto, en los libros de historia. Habría que remontarse a mediados del siglo anterior, cuando ni siquiera había recuentos oficiales fiables, para encontrar porcentajes que no pusieran los vellos de punta. La persistencia del paro entre nosotros es tan resistente y grave que resulta inútil hacer valoraciones mensuales, trimestrales, anuales para hablar de unas pequeñas subidas o bajadas. Las variaciones suelen ser muy pequeñas, siempre sometidas a la temporalidad de sectores clave como el turístico. Nunca como en este septiembre de 2022 ha quedado clara la esclavitud bajo el sector servicios. Un dato basta para confirmarlo: nueve de cada diez nuevos parados en Andalucía son de la provincia, casi uno de cada cuatro nuevos desempleados en España es gaditano o está registrado en esta tierra. Demasiado desequilibrio. Andalucía ha sumado en su figurada cola del paro a 6.788 trabajadores en septiembre. De todos ellos, la barbaridad de 5.962 los aportan las ciudades gaditanas con alarmantes subidas en Jerez, Algeciras o Cádiz, las tres más pobladas. Atados al turismo por la decadencia de otros sectores, cabe pensar que no habrá mejoría en otoño porque incluye meses de escasos desplazamientos vacacionales. Así es nuestra realidad.
Anualmente se publica otra estadística que aún duele más y que compete directamente todas las administraciones: Gobierno, Junta, Diputación y ayuntamientos. Esa dice que seis de los diez municipios con mayor desempleo en toda España son gaditanos. Ese dato también es crónico. Como el que relata que entre los diez, los quince, los veinte más afectados del país, la cantidad de nombres de localidades de Cádiz resulta también bochornosa. Esa situación tampoco es nueva ni mucho menos. Lleva años produciéndose al margen de las pequeñas alteraciones estadísticas.