el apunte

Un nuevo contratiempo para una pesca castigada

La propuesta de la Comisaría de Medio Ambiente de la UE de vedar la actividad en el caladero del Golfo de Cádiz es un nuevo mazazo para un sector ya de por sí tocado

Es común en los profesionales que quieran que sus hijos hereden sus oficios y, aunque renieguen en público de ello, siempre les queda una entrañable satisfacción cuando sus vástagos toman su mismo camino. Salvo en las profesiones que, por su dureza, por sus pésimas condiciones ... o su escaso sueldo, lo más recomendable es salir huyendo mientras haya tiempo. Y una de ellas es, por desgracia, la pesca. Al menos, en la provincia de Cádiz. Raro es escuchar a un padre pescador recomendarle a su hijo que siga sus estelas. Más al contrario, visto el castigo que sufre el sector norma tras norma, reglamento tras reglamento, le sugerirá que busque el sustento lejos del mar.

La decisión de la Comisaría de Medio Ambiente, Océanos y Pesca de la Unión Europea de vedar la actividad con artes de fondo en 87 pesquerías vuelve a poner contra las cuerdas al sector pesquero gaditano, tanto el que usa el arrastre como el que opta por el palangre. Una de las razones por las que el sector está indignado, además de por el hecho de que desde Bruselas se les quite el pan, es porque los datos que se han tenido en consideración corresponden a 2011. Más de una década después, el mar, la mar, ya no es igual y eso no se ha considerado. Además, se regula por debajo de los 400 metros de profundidad, lo que contraviene el reglamento europeo.

A resultas de esta normativa, no podrá pescarse el voraz, capturado con palangre y que tiene, como principales puertos, Barbate y Conil. Es decir, por si tuvieran pocos problemas los pescadores gaditanos, uno más. Como si no fuera suficiente la subida del precio de los combustibles, que ha puesto su actividad al filo de la sostenibilidad. O como si no tuvieran que mirar con pavor los fenómenos naturales, como los temporales de la zona y la proliferación del alga asiática, y los artificiales, tales como los vertidos, que mantienen aún cerrados los caladeros de la Bahía de Algeciras. El sector de la pesca en Cádiz ha demostrado su respeto por el Medio Ambiente y su compromiso con al sostenibilidad. Es injusto que desde Bruselas se les castigue, en cambio, con el amarre.

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