Estar preparados para el éxito turístico
Las cifras de ocupación turística de este año son inmejorables, pero el sector alerta de que hay que mejorar la dotación de servicios
Hay dos espacios comunes cuando se le hacen entrevistas a las actrices y actores más cotizados y a los que la sociedad considera más bellos. Uno es que dicen que lo que más buscan en una pareja es que les haga reír y, el segundo, ... que no tienen éxito en el amor porque sus amantes potenciales las consideran inaccesibles. Esos tópicos, tan apropiados para las páginas del papel 'couché', podrían servirnos para ilustrar la situación de Cádiz ante el reto del turismo. Cádiz es la provincia de la gracia, de la alegría, el destino que buscan todos aquellos que quieren olvidarse de sus preocupaciones y trocarlas por una sonrisa. Además, la provincia, desde Chipiona hasta San Roque pasando por Jerez o Zahara de la Sierra, tiene algunas de las cosas que, en el canon de lo que es bello, están en lo más alto. Y, sin embargo, corre el riesgo de convertirse en esa modelo (o en ese modelo) que parece tan inaccesible que termina por causar rechazo.
De momento, si atendemos a los números, la perspectiva es inmejorable. La ocupación turística en la provincia en este verano de fuerte inflación supera a las cifras de antes de la pandemia. Los hoteles, apartamentos y restaurantes estaban a rebosar de turistas nacionales y, este año sí, parece haberse recuperado casi completamente al turista internacional. Si en años anteriores cierto sector lamentaba la falta de oferta turística en la provincia, este año ése ha sido uno de los fuertes de la región, con una pléyade de artistas y de eventos (sirva como ejemplo cómo se ha beneficiado Sanlúcar de su capitalidad gastronómica) que la han hecho más interesante aún.
Sin embargo, Cádiz debe prepararse para afianzar estas cifras. En muchos momentos se han vivido momentos de desbordamiento por la falta de previsión. Es necesario acomodar las infraestructuras al aumento de visitantes en verano y dotarnos de unos servicios públicos acordes con las nuevas demandas demográficas. Además, la hostelería se ha encontrado con una carencia de personal formado que supone un reto ahora que se encara la temporada media de ocupación. Lo fundamental no es sólo llegar, sino mantenerse y el riesgo de que Cádiz se convierta en un destino que muera que éxito es un lujo que en esta provincia tan castigada por el paro no nos podemos permitir.