El espacio para la batalla
La Junta abre una vía de diálogo para solucionar los detectados problemas de edificabilidad de la futura Ciudad de la Justicia, mientras Adelante y PSOE apuestan por el enfrentamiento
La Ciudad de la Justicia de Cádiz será una realidad. Es uno de esos proyectos históricos para la capital que se enquistan por la amarga burocracia y la deslealtad política, por los intereses partidistas y la exasperante lentitud de la administración pública. Pero ser, será.
Tras la entrada del nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía, ahora con mayoría absoluta del Partido Popular, ha surgido un problema que urge solucionar de inmediato. Los nuevos responsables de la Consejería, con José Antonio Nieto al frente, manifiestan que el espacio cedido para albergar las instalaciones «no es suficiente». «Se han quedado pequeñas». Antes de seguir adelante y con el temor a levantar un habitáculo ya deficitario desde el inicio, con una inversión mayúscula, han solicitado una reunión urgente con el Ayuntamiento para pedirle más terrenos que los proyectados sobre los antiguos depósitos de Tabacalera. Freno momentáneo al proyecto y redoble de esfuerzos para evitar una nueva demora (lleva así desde el 2000, 22 años). Nada más. Ni hay clasismo porque la Ciudad de la Justicia esté enmarcado en el barrio 'popular' de Loreto (en Cádiz prácticamente todos los 'barrios' son populares), ni la Junta da la espalda a la capital ni es una mentira porque el plan sigue su curso, ajustado a cambios como recoge la propia documentación firmada por todos los responsables.
La información, adelantada en exclusiva por este medio tras las declaraciones de José Antonio Nieto en ABC Sevilla, ha provocado un terremoto en pleno agosto. Los líderes políticos han salido del estado de letargo en el que se han sumado durante el periodo estival. Adelante Cádiz (Kichi) y el PSOE han discurrido por la línea esperada, de ataque frontal al gobierno andaluz en lugar de instalarse en la vía del diálogo propuesta desde San Telmo para solventar la limitación del espacio. Se distancian en las formas, mucho más virulento el discurso de los anticapitalistas, pero coinciden en el fondo. Parecen no haber aprendido nada de los últimos comicios andaluces, cuando se premió la moderación en lugar del enfrentamiento, la gresca y la bronca política.
Parecía un verano tranquilo. No hay ni candidatos aún reconocidos. Pero antes de tiempo se abre la veda del nuevo curso, con las municipales de mayo en el horizonte y las necesidades de los gaditanos eclipsados por la confrontación entre administraciones y partidos. La ciudad de la Justicia sí tiene espacio para la batalla.