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División en el sector del transporte
Las diferencias entre los propios transportistas pueden desembocar en episodios de violencia en los paros del próximo lunes
Si un acuerdo de última hora no lo remedia, los transportistas de toda España volverán a ponerse en huelga el próximo lunes. No todos, pues el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), que representa a la mayoría de las empresas del sector, ya ha ... anunciado que no apoyará las movilizaciones. Existe, pues, una enorme división entre las grandes empresas de transportes, que piden más tiempo para implementar las medidas puestas en marcha por el Gobierno, y los pequeños repartidores, que se ven absolutamente desamparados ante el desorbitado crecimiento del precio de los carburantes.
Esta división, obviamente, también se traslada a la provincia de Cádiz, donde se vive con incertidumbre lo que pueda ocurrir el lunes, ya que estos distintos prismas a la hora de afrontar esta crisis por parte de los propios trabajadores del transporte pueden desembocar en enfrentamientos y episodios de violencia. Sea como fuere, lo cierto es que el sector está atravesando uno de los momentos más complicados de la historia reciente de España. La medida de abaratar en 20 céntimos el litro de carburante ha quedado completamente obsoleta ya.
Urge tomar más medidas que ayuden a paliar el incremento de costes que les afecta a ellos de forma directa y al resto de la ciudadanía también muy directamente, con su mayor expresión en el aumento del precio de la cesta de la compra. Millones de españoles se encuentran a las puertas del riesgo de pobreza a causa de la inflación, que el Gobierno no está sabiendo paliar ni siquiera en parte.
Por ello, las reivindicaciones de los transportistas están más que justificadas. Ellos son un eslabón intermedio entre la producción de cualquier producto y la llegada final a los ciudadanos. La situación es del todo insostenible y son muchos los ciudadanos e incluso asociaciones que abogan por aumentar las medidas de protesta a un Gobierno que ha demostrado ser absolutamente incompetente. De hecho, es obvio que de haberse vivido esta misma coyuntura con un Ejecutivo de distinto signo político ya se habrían convocado infinitos paros y hasta huelgas generales, aunque al tratarse de PSOE los sindicatos están 'poniéndose de perfil' de una forma tristemente irresponsable hacia el resto de los ciudadanos.