El curso más difícil ya está aquí
Hasta un 30% más que el año pasado le va a costar la vuelta al cole a las familias
Pocos apartados de nuestra vida comunitaria más sensibles que aquellos que tienen que ver con –según expresión de la expresidenta Susana Díaz– «nuestros colegios y nuestros centros de salud». Educación y Sanidad son dos de las grandes competencias que las autonomías tienen transferidas en España ... por parte del Gobierno. Las decisiones –para bien o para mal– en ambas áreas fundamentales para el estado del bienestar corresponden a los gobiernos autonómicos. La situación económica general, en cambio, se vincula de forma directa con la gestión del Ejecutivo de Madrid. Y esta última es la que marca la vuelta al cole del curso 2022-2023. Con la inflación desbocada como nunca se ha conocido –al menos, en un tercio de siglo– el coste de los materiales y el de elementos tan imprescindibles como la electricidad o el combustible cobran un protagonismo dramático para muchas familias.
Los estudios fijan hasta en un 30% el incremento del coste general de las compras de este septiembre respecto al del año anterior. No es de extrañar que seis de cada diez familias admitan ya que compran por internet, siquiera por ahorrar desplazamientos, o que la mitad de ellas digan que reciclan y reutilizan tanto como pueden. Va a ser un inicio de curso complicado. Las cuentas públicas también se resentirán de una situación de carestía y desabastecimiento pocas veces conocida. Cuando escasean los fondos públicos, como va a suceder en la inevitable recesión que se da por segura desde octubre, es preciso establecer prioridades en el gasto del poco dinero que tienen las arcas. Y en ese listado de urgencias parece imprescindible colocar al personal docente, las infraestructuras educativas, en definitiva, la mejora de los colegios e institutos en los que estudian los gaditanos que deberán asumir el peso de la sociedad en las próximas décadas. La Junta de Andalucía tiene la responsabilidad, la obligación, de realizar reformas en estos centros para garantizar la mayor dignidad y la seguridad en el uso diario. Es la única opción de compensar el golpe económico que van a recibir las familias por la incapacidad del Gobierno de Madrid para frenar el impacto de la crisis energética impulsada por la invasión de Ucrania. Este año habrá que estudiar más que nunca.
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