El Apunte

El colapso sin final

Las enésimas huelgas en la Justicia revelan unos retrasos crónicos y crecientes que nunca parecen tener solución

La Voz de Cádiz

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La Justicia –a través de los jueces, fiscales y abogados, también de los funcionarios en distinta escala– ha lanzado en numerosas ocasiones el enésimo aviso de socorro. Nunca ha sido escuchado. Jamás atienden las instituciones. Quizás, ni la ciudadanía. Nunca la equiparan con otros servicios ... públicos, como la sanidad y la educación, que provocan profundas e inmediatas reacciones cuando sufren deterioros y disfunciones graves. Puede que sea porque sufrimos un prejuicio antiguo: la administración judicial es cosa de delincuentes que se enfrentan a la cárcel o de responsables políticos. Es una entelequia compleja y ajena, muy lejana, ininteligible, con la que nunca tendremos contacto todos nosotros personas 'normales'. Un considerable error de diagnóstico. Esa presunta distancia se difumina en miles y miles de casos de ciudadanos comunes. La Justicia está en un lugar muy apartado hasta que vivimos la situación de tener que regular un divorcio, un despido, un pleito entre particulares, denunciar una estafa, una agresión, una negligencia grave... Entonces entendemos que los fallos en este servicio público pueden paralizar o perjudicar nuestras vidas de forma terrible, que tenemos derecho a gestiones y resoluciones que no se retrasen un lustro, una década o más.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación