Opinión
Buenos vientos para Navantia, buenos para la provincia
El anuncio de diez contratos para construir barcos en los astilleros gaditanos da aire y esperanza al sector
Trabajo llama a trabajo. Si hay proyectos hay ocupación y por tanto, empleo y economía. El motor se pone en marcha si tiene combustible y eso es lo que parece que está volviendo a pasar en los astilleros gaditanos. La ristra de anuncios de nuevos ... encargos que se han producido en los dos últimos meses llenan la agenda de estas factorías para 2023 y años sucesivos.
Y afortunadamente es noticia porque no se vivía una situación tan halagüeña y de buenas sensaciones desde hace mucho tiempo.
Desde principios del año 2000 hasta 2012 cuando se construyeron hasta quince barcos. Y ahora, y si se mantienen las promesas y acuerdos que ya hay sobre la mesa, serán diez. Además de la participación que Navantia ha firmado con Reino Unido para tres buques logísticos.
Y ahí está la clave. La importancia no es solo que esos proyectos se hagan (que lo es y mucho) sino que además esas propuestas sean diversas porque diversa es la oferta que ya manejan los astilleros de Cádiz. Es decir, buques militares para Defensa, Arabia Saudí... flota hidrográfica con última tecnología naval para la Armada, reparaciones de cruceros para grandes compañías o también la construcción de jackets, como los encargados por Ocean Winds, para dos parques eólico-marinos en Francia. Múltiple, diferente, polivalente. Ese es el camino que se ha elegido para asegurarse el futuro y parece que está funcionando o que al menos así lo hará los próximos años para respiro del tejido industrial y naval de la Bahía de Cádiz.
Por ello si a Navantia le va bien, si hay trabajo para los astilleros, santo y seña de la mano de obra de calidad de la provincia, también le irá mejor a Cádiz. Su motor es imprescindible en una economía que no solo puede depender del turismo sino que tiene que seguir optando por tener entre sus estandartes esos diques en los que todas estas potencias se fijen para hacer realidad sus codiciados proyectos. Por tanto, unos encargos que se necesitan y hacen mucho bien.