El APunte
Bajas y ausencias en el trabajo
La provincia vuelve a despuntar en materia laboral por un incremento en las empresas de los partes de baja
El absentismo laboral vuelve a repuntar en la provincia tras dos años consecutivos de caídas. De nuevo, las mutuas reconocen un cambio de tendencia mientras que los procesos de gripe de diciembre y enero han provocado un aumento de las bajas, sobre todo, de las ... de corta duración. La irrupción de la pandemia frenó en seco las ausencias de empleados en sus puestos de trabajo. La crisis que sobrevino después de los dos meses de confinamiento, donde las empresas no podían hacer frente a los gastos ocasionados por el cierre forzoso de los negocios, obligó a muchas de ellas a aplicar, en el mejor de los casos, ERTEs y, en el peor de ellos, EREs o cierres. Esta circunstancia inundó de incertidumbre y temores a los trabajadores ante lo que podían ser ajustes de empleo y, por ello, el ánimo de faltar al trabajo se contuvo. Sin embargo, el absentismo laboral experimentó un leve repunte en Cádiz a finales de 2022, una tendencia que, a juicio de los expertos, se mantendrá durante el 2023. La estadística revela que en el tercer trimestre de 2022, un total de 183.714 andaluces faltaron de media a su trabajo a diario, de los cuales 144.346 lo hicieron con baja médica y 39.367, sin causa justificada. Una media de 20.000 trabajadores pertenecían al mercado laboral gaditano, una cifra que choca con los 11.000 de media registrados entre 2021 y 2022. La situación socioeconómica actual es distinta a la vivida durante la pandemia, salvo que los efectos ahora de la guerra de Ucrania han provocado una crisis inflacionista que afecta a todos los sectores. A pesar de ello, la ausencia laboral sigue en aumento y todo apunta a que la consecuencia inmediata por faltar al trabajo no sea la pérdida del empleo.
El absentismo se define como la «abstención deliberada de acudir al lugar donde se cumple una obligación». Este fenómeno social, económico y laboral afecta directamente a nuestra sociedad, a nuestro tejido productivo y a la sanidad. Los datos hablan por sí solos. Para traducir lo anterior a un coste económico hay que multiplicar las horas no trabajadas por el coste laboral total por hora. Así, el coste total para el conjunto de la economía es de casi 37.000 millones de euros anuales, lo que equivale a 3,1% del PIB. En 2021, por ejemplo, se perdieron 1.701 millones de horas de trabajo en el país.