EL APUNTE
Clamar en el desierto
El horrible crimen ocurrido anoche en Barbate pone de manifiesto el abandono que sufren las fuerzas de seguridad
El lamentable crimen acaecido en la noche de ayer en aguas del puerto de Barbate golpeó duramente a toda España y especialmente a la provincia de Cádiz. Lo primero, como no puede ser de otro modo, es acompañar en el sentimiento y transmitir todo el ... apoyo a las familias y allegados de los agentes fallecidos. Un hecho así, por más que desde hace años se venga denunciando que podía ocurrir en cualquier momento, es sobrecogedor e impactante. Y se sabía que podía ocurrir porque los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado están en inferioridad de condiciones en su lucha diaria contra los narcotraficantes. Sus medios son escasos y en muchas ocasiones obsoletos. Todas y cada una de las asociaciones de profesionales de la Guardia Civil y la Policía Nacional, así como las asociaciones antidroga, lo denuncian casi a diario. Claman en el desierto. Lo ocurrido anoche no es casualidad. Es la consecuencia lógica del abandono por parte del Ministerio del Interior, que aparte de palabras, apenas les ofrece nada más.
Precisamente ayer, pocas horas antes del triste suceso, el Ministro Fernando Grande–Marlaska, estuvo en Algeciras para hacerse la foto con los 47 nuevos vehículos policiales con los que se renovará la flota dentro del Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar. Allí, en presencia de los mandos policiales, afirmó que en el Campo Gibraltar ya se está «casi» en una consideración «de facto» como Zona de Especial Singularidad. Lo cual no dejan de ser palabras que se lleva el viento. Esos 47 nuevos vehículos son manifiestamente insuficientes. Hacen falta más y mejores lanchas para combatir a los narcos en el agua. Y sobre todo más agentes. Marlaska llegó a afirmar hace muy poco que se había logrado restablecer «el respeto a la autoridad» perdido en el Campo de Gibraltar. Unas palabras que hirieron profundamente a policías y guardias civiles, que se ven solos en cada operación y tiene que sufrir las burlas e incluso las agresiones de todos aquellos que apoyan y justifican a los delincuentes. Y no sólo allí. Es algo que se repite en todo el litoral gaditano, desde La Línea a Sanlúcar. Ayer, dos de esos agentes perdieron la vida. Descansen en paz.