Tribuna
No es un domingo más, es el Domingo de Ramos
«Es necesario que los cofrades, como creyentes, consideremos este día como el comienzo de la semana más importante del año, que acaba con el día que da sentido a nuestra fe»
Es necesario que los cofrades, como creyentes, consideremos este día como el comienzo de la semana más importante del año, que acaba con el día que da sentido a nuestra fe, el Domingo de Resurrección.
Deseo que hayáis tenido una Cuaresma fructífera, personal y grupal, que haya servido para preparar esta gran semana cofrade.
Estamos viviendo unos momentos malos en nuestra sociedad, no es cuestión ahora aquí de hacer un análisis sociológico, pero si de decir la base u origen de la mayoría de nuestros problemas, la gran crisis de principio y valores que tiene el mundo occidental. Esto va desde el principio a la vida, que hay que entenderlo en un sentido amplio, desde los derechos del no nacido hasta el respeto a los inmigrantes, sobre todos los que mueren en ese gran cementerio que convertimos el Mar Mediterráneo o las víctimas de la trata de seres humanos, a ese exceso de materialismo y de individualismo en que vivimos.
Esto te lo expongo, para que te sensibilices. Si eres cristiano, si eres cofrade, no vale tener el corazón duro y no importarte nada, la vida de los demás. Todos son seres humanos, nuestros hermanos, aunque vengan de pueblos muy lejanos. El cofrade debe de ser activo, si verdaderamente lo es y no se queda simplemente en el rico folclore andaluz. Hoy, más que nunca se necesita que estéis en salida, pero no solamente las Juntas de Gobierno, sino las hermandades integramente. Pensad la capacidad de cambiar el mundo que poseéis, de crear el Reino de Dios. El Reino de la Paz.
No hay un partido político en nuestra ciudad que tenga el número de hermanos y hermanas que tienen la inmensa mayoría de nuestras cofradías; sin embargo, ¿damos esperanza?, ¿damos ilusión¿, ¿damos solidaridad?, y cuando digo solidaridad, entiendo ese acompañamiento a los desvalidos, ese acercamiento a los desechados de nuestra sociedad. Si no lo hacemos, perdonad, nos quedamos en lo externo, pero no abrimos nuestro corazón.
Si rezamos cada día el Padrenuestro, como ha mencionado el Papa Francisco, de nada sirve si no lo interiorizamos, lo hacemos nuestro estilo de vida.
Esta reflexión no quiere decir que no valore el trabajo que se hace en las cofradías. Quizás muchos ciudadanos se quedan en los estrenos anuales, en nuestro rico folclore, pero hay muchas más cosas, esa espiritualidad que se refleja en esos espacios diferentes para los jóvenes, mucho menos agresivos que los que encuentran en la calle, que debemos cuidar como el gran valor actual de las cofradías. No puedo, ni debo, olvidar alabar dentro de esto las labores de caridad pura y dura, esa labor con los últimos en esta sociedad, ya sea personalmente o por medio de asociaciones especializadas en ellos. En eso está nuestra fe, sin ella, solamente quedará hipocresía, lo dice muy claramente en sus cartas Pablo de Tarso.
Estamos en unos tiempos, donde las cofradías vuelven a ser la primera línea de la Iglesia, la vanguardia, como cuando comenzaron. En esta etapa de sinodalidad, debemos recuperar nuestra esencia. Debemos acrecentar nuestra labor evangelizadora, en un sentido amplio, hay muchas facetas, no solamente las sacramentales, sino otras muchas como son las de los enfermos, la de los ancianos, la de las familias, y sobre todo la de los niños.
Perdonad este inciso, no podemos mantenernos inactivos ante el número de suicidios en nuestra sociedad de jóvenes, adolescentes y niños. Tenemos que apoyarlos y darles entereza. Con principios y valores, frente a esta sociedad agresiva al ser humano.
Por último, me permito pediros que los cofrades de Cádiz, no solamente deis testimonios de fe en las calles con vuestros cortejos, que seguro que daréis lo mejor que podéis de todo porque así sea, sino también, que os preparéis para la Pascua de Resurrección y ello, acudiendo activamente a las celebraciones litúrgicas de los Oficios del Jueves y Viernes Santo.
Por último, quiero desde aquí felicitar la incorporación a nuestra Semana Santa de la Archicofradía de la Merced con Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Obediencia, y mi dolor por la falta de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto de los Olivos, que esperamos que el próximo año puedan volver a estar por las calles de Cádíz, habiendo recuperado su vida interna de hermandad.
!!!Feliz y espiritual Semana Santa.!!!