OPINIÓN
Llegó la Navidad
Las abundantes copas y dichosos cantes unirán cómplices miradas llenas de esperanzas, que nos convocan al consentido cobijo
La casa, a pesar de la muchedumbre que la habitaba, se sentía incompleta. Una fina aurea como duende que siempre aparece, se hacía esperar. Los acontecimientos vitales que convocan al amor no pierden verdad por los que no estén, siempre se les recordará. La ilusión ... que alienta los corazones por Navidad, lucha para compartir lo mejor con todos que están y estarían. No es cuestión de melancolías, es creernos que algo diferente va a suceder disponiéndonos al nuevo y feliz encuentro.
Los tiempos de Adviento, -siempre esperamos lo mejor-, están llenos de una nueva verdad que es creer que volvemos a nacer al sentirnos queridos. Semanas dadas al brasero que nos arrejunta al cobijo de fulgor de una maqueta creada y creída. Todo renace como un gran zaguán colectivo, donde la ilusión de ese roce, será el distinto disfrute. No son solo creencias, sino reconocernos parte de la gran familia de la casa y del planeta. Las abundantes copas y dichosos cantes unirán cómplices miradas llenas de esperanzas, que nos convocan al consentido cobijo. En otros sitios, esto no es tan inmediato, de ahí mi insistencia. Los acercamientos son las grandes carencias del mundo. Las treguas, las más elocuentes maneras de entender que nadie debe irse sin permiso. Los cambios de líderes, el deseo de mejorar. Vivir es el derecho inmortal, y si unimos nuevos anhelos como esperar una nieta que podrá llamarse Valeria, fruto de una nueva vida familiar, entonces miel sobre hojuelas, que es su tiempo.
Llegó la Navidad que ronda los corazones en los recuerdos de siempre. Continuará impresa a fuego en las almas la eterna obligación de permanecer atentos a querernos. Los detalles y regalos no solo van en las sorpresas escondidas, sino en las dulces y delicadas caricias dejadas en sus envoltorios. El mundo trae ciclos de vida con tradiciones que son el esqueleto que sostiene y hospeda. El nacimiento de nuevas vidas humanas y divinas, viene para llenarnos de energía y ratos de felicidad. Salud, Paz y Feliz Navidad a todos. Pase lo que pase, en nuestra casa, este año, también tendremos al Niño Jesús en su Portal… como siempre.