OPINIÓN
Infame turistificación
Es deshonroso comprobar cómo se tira el dinero público de una forma tan impresentable
No sé qué ocurre en los páramos económicos de este esquilmado sur con el dinero casual que se dirige raramente al Patrimonio. Habitualmente no parte de la urgente premisa de disponer, antes de hacer las obras, de un contenido que lo haga viable y sostenible. ... En Cádiz tenemos muchos ejemplos: el Museo del Ná en Candelaria, Puerto América, San Sebastián, el Oratorio, etc… Demasiados fiascos que siguen en una impresentable nihilidad funcional.
Hace unos días tuve una grata sorpresa, mi amigo Francisco Perez me obsequiabam, cordialmente dedicado, su último libro: «Orto y ocaso de un enclave militar del S. XVI: El Real Carenero del Puente Suazo», que agradezco públicamente. Su lectura me persiguió pertinazmente con ese asiduo contrasentido, como fue la frustrada inversión en él realizada. Conseguir en la conmemoración del 1812, presupuestar y contraer bastante dinero para el Patrimonio Histórico Cultural, como fue en caso del Real Carenero y las Baterías de defensa contra el invasor francés, no ha sido cosa común en estas últimas décadas. Para los restos del primer Arsenal de la Armada Real, cuna de la Carraca y ombligo histórico español, se destinaron como restauración ejemplar, cerca de 3,5 millones de euros. Situado en el desdibujado límite de dos términos municipales, junto al paso por el Suazo del Caño de Sancti Petri, hoy se desmorona lacerantemente con enorme deterioro y olvido, por una evidente falta de responsabilidad pública.
Este flagrante engaño, desde hace ya más de dos lustros, como los ejemplos citados al principio, debiera hacer reflexionar a las direcciones políticas. Es como si quisieran solo gastar por gastar, haciendo visibles las decisiones, pero no les preocupa en absoluto su valor de futuro. Es deshonroso comprobar cómo se tira el dinero público de una forma tan impresentable. Lo peor es que no pasa nada, solo el tiempo, que denuncia la vergonzosa manera de gestionar.
Digo yo que, ahora que vienen sin ningún coto tantas inversiones para los pisos turísticos, con fondos de sabe Dios donde, sería posible que parte de esos recursos tan abundantes, se pudieran dirigir «obligatoriamente» como compensación, a rescatar estos olvidados sitios con buenas soluciones de hostelería, acompañadas de la adecuada restauración histórica. En este país se prima que todo lo haga el político, porque así se recoge mejor el voto. La inversión privada, como que no tiene oficio ni beneficio para lo Patrimonial y Cultural. La ecuación de la inversión en la conservación y uso del Patrimonio, sigue desequilibrada por falta de mecenazgo. En otros países europeos, lo público y lo privado van de la mano.
Que feliz solución sería destinar caudales privados con uso hostelero y cultural, en esos contenedores olvidados. También, además de pisos temporales, en las decenas de castillos, palacios, etc. con museos u hoteles. Bien ejecutados, y gerenciados en la sensibilidad de la historia y la arquitectura, además de rentables para su funcionalidad y mantenimiento.
¿Tan difícil es soltar un poco de dadiva política de resultados, y ser más generosos para que otros los compartan, traducidos en obras eficaces con mejor visión de futuro? Soluciones repito, que tutelen, rentabilicen y conserven el Patrimonio, con buena funcionalidad, bondad estética, rentabilidad y respeto histórico, Se podría así compensar y limitar los insensatos aforos, masificación, disloque habitacional, translocación urbana, y desequilibrio de precios con ofertas de calidad, en una infame turistificación. Tomen nota y mucha Salud.
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