OPINIÓN
La huella maldita
Veremos de nuevo pasar esos juicios, e iniciarse de nuevo otros enfrentamientos
El mundo no ha aprendido a corregirse de sí mismo. Mejor dicho, la Humanidad que es el pueblo de este mundo, no es capaz de rectificar sobre su propia genética y le hace retroceder hacia mundos anteriores. Decía Napoleón, que era una persona muy especial ... y concreta, pero que hizo historia y la conocía, que «Los sabios buscan la sabiduría y los necios creen haberla encontrado». Es una reflexión aplicable a todos aquellos que se sienten los protagonistas de la vida a través de insensatas y malvadas decisiones.
El genocidio de Palestina, porque no hay otro nombre para denunciar lo que se está haciendo por los fanáticos líderes de Israel, por muy terroristas que hayan sido, que lo han sido, los malditos salvapatrias de Hammas por la gracia de Dios, y a los que también les toca pagar sus maldades, nunca es justificable desde ninguna razón que trate de explicar sus porqués. Siempre el mundo ha sido llevado a siniestras situaciones guiados por iluminados, que como decía Napoleón, creen haber encontrado, ellos solitos, el camino para solucionar a su modo las maldades de la Humanidad. Con ese pensamiento, lo que hacen es olvidar la realidad humana, falible y emocionante, pero frágil y perecedera, y machacarse directamente su pie, con un martillo pilón, contra su propia estima y contradicción.
Estoy seguro que al igual que los perdedores del infame suceso de mediados del siglo pasado en Alemania, o más recientemente en la zona de los Balcanes, por hablar de fronteras cercanas, donde después de sus previsibles fracasos con todos sus secuaces, a cuál más loco, psicópata y despreciable, pagarán sus culpas en un intento de justo juicio. Esos juicios sean en Núremberg o en el tribunal de la Haya, intentaron buscar aproximadamente, ya que las vidas no se devuelven nunca, ajustar las penas a sus equilibrados pagos, por supuesto invalorables, frente a tantas muertes. Los jueces siempre tratan de buscar que alguien pague los daños, pueda o no coincidir con la culpabilidad, y a su vez establecen sentencias, más o menos justas para las partes, poniendo una raya que tratar de olvidar los sucesos. Generan un orden de referencia para los mismos motivos. Pero en nuestro mundo, el pago por la pérdida de una vida, que puede cifrase en el código penal en más o menos años, y en más o menos justiprecio, nunca alcanza la verdadera justicia de lo irreparable e irreversible, que es devolverlos a este mundo. Por eso en un juicio por muertes, nunca se podrá hacer verdadera justicia.
Estoy convencido que después de estas cruentísimas guerras, sean de donde sean, donde ni siquiera ser escudos de lo que no se sabe que se es, vendrán sensatos y exigentes juicios. Querría tener la certeza de que veremos en La Haya o donde esté el tribunal, a humanos que condenen a estos inhumanos asesinos por mor de políticas, religiones o territorios, y podamos esperar que estos malditos no se vayan, sin penar sus culpas.
«Nadie se baña en el mismo río», como decía Heráclito. Veremos de nuevo pasar esos juicios, e iniciarse de nuevo otros enfrentamientos. No creo que podamos evitarlo si el castigo no sea tan extremo que alguien se lo piense mejor la próxima vez. Debe ser que como no pasa nada después de las guerras y ganan los poderosos, esto siga siendo una red de intereses para tener y controlar más y más. Nunca se tendrá miedo a nada. Quizás lo necesario sea que en cuanto empiecen a pelearse, como en el cole, todos corramos a separarlos. Amigos tengas que te defiendan, y pobre ONU que no puede ni borrar las malditas huellas…
Salud y por favor que vuelva la Paz.