Opinión
El agua es de todos
El Perich, un dibujante humorista, sagaz y catalán, dijo: «La bebida más peligrosa es el agua, te mata si no la bebes»
Leonardo da Vinci, el intrigante e inteligente humanista, decía allá por el siglo XV que: «el agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza» Es evidente que sin agua los humanos y los seres que llamamos vivos, no existiríamos. Un flujo que externa e ... internamente cataliza nuestra existencia y naturaleza vital.
Disfrutamos de unas semanas atados a sensaciones entre inquietantes y llenas de alegres esperanzas. Acompañados por fuertes y persistentes lluvias, que hacía tiempo no recordábamos, musitamos entre encantados y miedosos. Con ellas no solo se llenan de contenido habitable los huecos terrestres y las siempre escasa presas de supervivencia, sino que se revela esa Naturaleza poderosa que manifiesta su mejor poderío. Cada vez más distinta, potente y sorpresiva, se nos exhibe ilimitadamente cambiante. Sus ritmos nos descarrilan por sus rápidos distingos con años anteriores. Las evocaciones de chubascos septembrinos y abrileños nos acompañaran siempre, pero ahora pueden o no venir en esos meses, o, cuando se le ocurra al nuevo clima. Aprendamos a gestionar mejor el territorio planeta y ahorrar sus recursos, o sus aguas nos arrastrarán a cataratas de saltos invisibles.
El Perich, un dibujante humorista, sagaz y catalán, también dijo: «La bebida más peligrosa es el agua, te mata si no la bebes». No somos conscientes de claridad de esta lucidez. Nos dejamos llevar de las graves noticias de inundaciones, que siempre hubo, situándonos donde nadie tuvo que vivir y creando necesidades en sitios que no se necesitan. El agua es tan de todos, que podría ser desde el principio la auténtica divisa del vivir en paz.
Aparte de los sustos y mortandades que los esperezos naturales aportan, lo importante es saber que este líquido que nos rodea por abajo, arriba e ilimitadas costas mundiales, también es capaz de modificar los límites. Tomará otros rumbos en los que tendremos que despedir memorias felices, y habrá que transportarlas a nuevos lugares. Respetemos al «dios» de la vida. Salud y bebed mucha agua.