OPINIÓN
El carnaval de los sueños
Y es tanta la felicidad que eso provoca que el enamoramiento se renueva
El carnaval no es solo copla, papelillo, carruseles y disfraz… en Cádiz el carnaval tiene sueños, más o menos alcanzables, más o menos deseados, pero sueños.
Y se encuentran en el aire de esta ciudad. Son sueños que como mendigos de la felicidad aspiramos a ... conseguir, momentos imaginados, deseados, dibujados por nuestra propia conciencia durante años y años de gaditanismo cantado, de coplas y de compás.
El carnaval es el sueño de ver a Jimena disfrazada del coro de su tita en domingo y con el tipo de su abuelo en lunes. Es el sueño de acabar lo que se empieza y de sacar fuerzas de las entrañas de los tangos para despedir a un padre con la dignidad, el coraje y la entereza que lo ha hecho Julio.
El carnaval es el sueño esperado por Joaquín de pregonarle a su tierra con palabras de cariño que salen del corazón de su barrio del Mentidero. Y también es el sueño del hijo de Don Adolfo, un chaval que con su primera comparsa ha alcanzado la gloria y la final del concurso más bonito del mundo.
El carnaval son sueños, no lo duden nunca. Es el sueño de disfrutar con ojos encendidos la primera vez que entras al Gran Teatro Falla o el sueño de ver en la solapa de un chaval conocido como Manuel de la Ica que salió del Hoyo la Tota cantando pasodobles un antifaz de oro.
El carnaval es el sueño del hostelero que lleva meses soportando facturas e impuestos, es el sueño para esas madres que cosen a puntadas de ilusión los tipos de sus niños, es el sueño de esa agrupación temerosa que pisa por primera vez nuestras tablas y de esa joven chirigota que tras intentarlo un año y otro con paciencia y humildad por fin consigue llegar a cuartos de final Çembrando coplas.
El carnaval de Cádiz aglutina sueños que son indescriptibles, sueños que se cumplen aunque haya que esperar algunos años de serpentinas, aunque el Dios Momo a veces parezca dormido. No se equivoquen, solo está esperando el momento oportuno para regalarnos la chispa de la vida, la felicidad de alcanzar nuestros anhelos.
Cádiz es la cuna de la libertad y no hay mayor libertad que la de la imaginación, la de todos los sueños que albergamos en nuestro corazón.
Para los gaditanos alcanzar nuestros sueños de carnaval es como alargar la vida, es sentirse pleno, es besar las cortinas del Falla, es reír con amigos, es abrazar a un compañero, es celebrar un premio, es reír en una esquina con el ingenio de un cuplé…
El Carnaval de Cádiz son sueños y yo lo sé bien porque he podido cumplir varios. Y es tanta la felicidad que eso provoca que el enamoramiento se renueva y que sin querer darte cuenta te conviertes en un apasionado de la magia de este bendito carnaval.
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