TRIBUNA ABIERTA
Protección para el Paseo de Colón
Urge, por tanto, que se acometa la redacción de este Plan Especial de Protección, exigencia que viene además reiterada por Icomos

El Paseo de Colón no tiene quien le escriba. Mientras que su calle hermana, Betis, se cuida, estudia y peatonaliza, nadie parece recordar su homóloga al otro lado del río. Hace ahora cincuenta años que la Academia de Bellas Artes convocó un Concurso Paisajístico sobre ... la calle Betis, ganado por el equipo formado por Carmen Laffón, Fernando Mendoza y Julio Tirado. Nadie se ha planteado algo parecido en la ribera sevillana, pese a su importancia histórica y patrimonial. Será en los años previos a la Exposición Iberoamericana y, coincidiendo con la eclosión del Regionalismo, cuando se materializa con la configuración actual. Desde su inicio, en la esquina de Reyes Católicos, con el edificio en ladrillo visto de Aníbal González, de 1912, para la Asociación Sevillana de Caridad, hasta su final con el edificio, también de ladrillo visto de Rafael Moneo, para la Previsión Española, es un compendio de arquitecturas de gran interés. Del propio Aníbal González es el número12, sede de la Real Maestranza de Caballería y el interesantísimo edificio de los números 24 y 25, de 1912, y de elegante colorido. De José Espiau y Muñoz son los números 6, 7 y 15 de los años 1921 y 1926, con pilastras, recercados y cornisas de color albero; y de otro maestro regionalista, Pedro Sánchez Núñez, son los impresionantes cuatro edificios de 1921, de los números 16 al 19 con sus vistosos remates, zócalos y recercados en ladrillo visto. Todo esto está desarrollado sobre un parcelario homogéneo, de veinte metros de fachada, y que ha producido un conjunto visualmente variado y con un colorido muy característico. Conjunto que, desafortunadamente, se está viendo alterado.
Primero fue la adaptación como hotel de los números 3 y 4, donde los amplios recercados y cornisas en color ocre desaparecieron, bajo una capa general de pintura blanca que los ha envuelto, uniformándolo todo. El resultado es que, donde antes teníamos dos fachadas distintas, con sus matices diferenciales, y con apenas veinte metros cada una, ahora tenemos una monótona y continua de cuarenta. Un nuevo episodio del mismo tipo se anuncia en los números 9, 10 y 11. Ya se ha derribado la casa número 9, de tres plantas con pocos pero grandes balcones, con cornisas y recercados también en ocre y ladrillo, además de paños de ladrillo visto. En su lugar tendremos una fachada de cuatro plantas, con numerosos pequeños balcones con antepechos de vidrio, recortados sobre una pared blanca, con aplacados de piedra de color gris y huecos en planta baja remarcados por plancha de acero. Blanco, gris, vidrio y acero. Nada que ver con lo que había y con lo que, todavía, le rodea.
Por cierto, ¿cómo se ha autorizado el derribo de un edificio que no estaba en ruinas, dentro de un conjunto histórico declarado y en el entorno del BIC de la plaza de toros? ¿No dice algo al respecto el artículo 21.3 de la Ley del Patrimonio Histórico Español y el artículo 38.3 de la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía?
Mientras que este proyecto ya tiene licencia y pronto lo veremos materializarse, aún no la tiene el de los contiguos números 10 y 11 por lo que todavía estaríamos a tiempo de corregir lo que se prevé. Lo primero que no se debería autorizar es la agregación de las parcelas, por estar expresamente prohibido por el artículo 20.3 de la ley de Patrimonio. El Paseo de Colón, además, posee un parcelario muy homogéneo de una misma época y que debe ser protegido. Sobre estas parcelas se levantan dos edificios distintos con alturas y fachadas de características diferentes, y así deberían permanecer. Tampoco debería autorizarse su demolición pues no están en ruinas y, como dice la ley, en los conjuntos históricos las sustituciones han de ser una excepción, no la norma. El hecho de no estar catalogados no debe presuponer su derribo. El alzado conjunto de las promociones inmobiliarias de los números 9, 10 y 11 junto con las fachadas colindantes es alarmante porque, mientras las fincas 8, 12 y 13 contiguas aparecen con dos plantas, en medio, donde ahora se levantan tres plantas y, ocasionalmente cuatro, aparece ahora una larga fachada continua de más de sesenta metros con nada menos que cinco plantas, y es que, los áticos apenas unos metros retranqueados de la fachada, se aprecian como una planta más. Todo ello además con una arquitectura gris, monótona, repetitiva, totalmente ajena al ambiente urbano del entorno.
Y eso puede ser así porque el Paseo de Colón como tal, como decía al principio, no está protegido. Para ello hubiera sido preciso que el Ayuntamiento hubiese redactado el obligado Plan Especial de Protección para este sector del Arenal. En vez de eso optó por realizar un simple Catálogo que protege únicamente los contados edificios del Paseo que yo he mencionado antes. Siguiendo el criterio aplicado en el número 9 todos los demás edificios no catalogados del Paseo podrían desaparecer. Urge, por tanto, que se acometa la redacción de este Plan Especial de Protección, exigencia que viene además reiterada por Icomos pues, no en vano, este sector es parte esencial de la Zona de Amortiguamiento de los Monumentos Patrimonio de la Humanidad, y la redacción de su planeamiento de protección se nos ha reclamado repetidamente, desde hace ya diez años, por el citado organismo asesor de Unesco. Nuestro Ayuntamiento aceptó la reclamación, se comprometió a cumplirla e, incluso, se fijó in plazo para ello. Y me pregunto: ¿Lo está haciendo?
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