opinión
Teletrabajo
«Solo pedimos tener las mismas posibilidades que otros para crear, producir y que nos permitan dormir en Casa»
Dicen que Cádiz es una ciudad maravillosa para teletrabajar, ese verbo de nuevo cuño que tanta risa produce cuando lo conjuga un funcionario. Incluso existe una iniciativa de la Diputación Provincial para promocionar turísticamente la provincia como destino ideal para ello.
Con esa idea, ... se pretende atraer a forasteros y benéficos. Lo de siempre: fomentarnos como destino de servicios para quienes producen riqueza en otros lugares, sin preocuparse por su efecto directo sobre la carestía de vivienda accesible para una familia o la conversión de la ciudad en un parque temático al estilo catarí, donde la población mayoritaria se esconde en poblachos porque no puede permitirse adquirir el fruto de su propio trabajo.
Cualquier invento sirve a nuestros gestores con tal de hacer olvidar su incapacidad para atraer inversiones y generar empleo. El de verdad, el que crea auténtica y repartida riqueza y no el diseñado para cuatro noveleros que teclean en una puesta de sol mientras ocupan una mesa del Quilla a razón de una cerveza por hora.
Comprendo que no debe ser una tarea fácil ni siquiera para tan alta capacitación intelectual como la que caracteriza a cualquier mandamás de este rinconcito del planeta y que el atávico problema del desempleo en Cádiz obedece a un conjunto complejo de circunstancias que comprenden elementos intrínseca y singularmente antropológicos (de los que nadie se atreve a hablar pero todos conocemos) y otros históricos y materiales, como la carencia de infraestructuras y la postergación que ha sufrido esta ciudad y su provincia por todos y cada uno de los partidos políticos que han gobernado la Nación y la región durante los últimos 40 años de banderitas y eslóganes huecos.
Pero, ¿es que nadie ha pensado -entre idas y venidas en coche oficial- que, en lugar de chiringuitadas, el gaditano solo necesita tener las mismas oportunidades que los demás para progresar por su cuenta? Me explico dejándoles unos sencillos apuntes:
- Un sevillano tiene, diariamente, seis opciones de ir/venir en avión a/desde Barcelona. En tren, tres por vía directa (cinco horitas y veinte minutos hasta la estación de Sants). Si va a Madrid, tiene tres aviones al día (para ir y volver) y, al menos, diez altas velocidades que lo dejan en el centro de la Capital del Reino en dos horas y media. Para ir a Málaga puede elegir entre doce trenes y si trabaja en Córdoba (o viceversa), el Ave lo deja en casita en 45 minutos.
- Si un gaditano quiere ir o venir desde Barcelona, el aeropuerto de Jerez le ofrece, como mucho, un vuelo diario directo a mediodía (solo en verano hay, ocasionalmente, dos, para que los turistas disfruten) y hay días que ninguno. Si decide ir en tren, le esperan ocho horas y media de trayecto con transbordo en Santa Justa o el «directo» que recorre media España de forma más económica en unas encantadoras once horas y media. Para ir a Madrid, tres trenes caros y un avioncito diario. Hacia Santa Justa, casi dos horas o dejarte la bolsa en gasolina si no quieres perder el día y el trabajo. Si el destino es Málaga… ¡apáñese!. Y que no se me olvide: de los 23 cercanías diarios que unen Cádiz con Jerez, solo tres enlazan con el aeropuerto. Ninguno de ellos está sincronizado con vuelo alguno.
- Ahora bien, si usted es madrileño, barcelonés, zaragozano o valenciano, puede moverse de ciudad en ciudad en menos de dos horitas en tren a 9 euritos el trayecto, gracias que el Gobierno de España ha otorgado esa concesión a compañías «low cost» privadas para que aprovechen sus ventajas los más pobres y desamparados del país, que -como es sabido- pueblan esos lugares.
La Bahía de Cádiz es un territorio urbano que alberga más de quinientos mil habitantes. La provincia supera el millón. Tenemos iniciativa y creatividad. Solo pedimos tener las mismas posibilidades que otros para crear, producir … y que nos permitan dormir en Casa.
Al final, va a tener razón ese gran amigo que me insiste una y otra vez en crear el partido «Cádiz Existe». Hay que soltar lastre.
