El hueco
¿Ustedes ven a alguien, hoy, enfrente, capaz de ganar siquiera a un sillón vacío?
La pasada semana recibí un cariñoso reproche de un gran amigo y generoso lector, sorprendiéndose porque esperaba encontrar en mi columna una particular oda de despedida a nuestro insigne alcalde, dándose la circunstancia de que, justo el día antes, la prensa se había hecho eco ... de la noticia de su supuesta renuncia a la re-elección. Y le extrañó que no aprovechara semejante oportunidad para dedicarle toda una elegía («de las tuyas», me decía con una sorna incomprensible para mí).
Le respondí que un ejemplar de tamaña categoría no merecía ningún tipo de tratamiento -ni bueno ni malo- y, mucho menos, la recepción de ningún tipo de homenaje, salvo el puente de plata que se le tiende siempre al queridísimo amigo que se marcha. Y eso cuando efectivamente dé el paso definitivo. Porque, a charlatanería, hay por ahí quien no tiene rival.
Al día de hoy, y visto lo visto, no podemos fiarnos de la palabra de nadie que haya hecho de su burla un modo de vida. Ejemplos hay muchos y de todos los bandos. De hecho, lo difícil es encontrar a alguien de la esfera política que diga la verdad y, además, cumpla su palabra. El tipo extraño que huya de la mentira es relegado por el aparato antes de que tenga tiempo de decir nada relevante; y el que ha logrado llegar al altavoz y cumple cuanto ha vaticinado es porque, antes, ha mentido para alcanzar el puesto.
Además, corría el riesgo de precipitarme. Y el escaso tiempo transcurrido me ha dado la razón. Comoquiera que, al parecer, la revelación periodística le ha cogido con el paso cambiado, el buen hombre se ha enfrascado en una absurda campaña de 'desmentidos a medias' que solo ha contribuido a desvelar las fatiguitas de quienes -de entre su tropa- se han visto engrosando las colas del INEM por todo lo alto. Y es que no hay en España hueco profesional para quienes han alcanzado cotas tan altas de preparación y cualificación. Así que no quiero ni imaginarme el clima que debe respirarse en esa casa justo antes de cogerse tan merecidas vacaciones: donde se preveían risas, banda sonora de Chambao y tertulias ahumadas, el chalecito parecerá un bautizo de un nieto de El Padrino, parte I. La cola de 'familiares' que vienen a preguntar qué hay de lo suyo debe tener contenta a la matriarca. Al pobre punta jurado no le debe llegar el tipo al cuerpo.
Y no creo que aquellos pedigüeños sean los únicos alterados con el tema. Ante la eventual marcha de este producto simpar del sufragio universal, la oposición debe estar pasándolas canutas en la búsqueda de candidatos que no dejen al partido en ridículo cosechando risibles resultados. Me explico: ante un fenómeno populista, sirve el cualquierismo para designar oponente. Se prevé su derrota y siempre podrá plañirse culpando a la abstención y que esta encuentre, a su vez, explicación en múltiples excusas que jamás apuntarán a la escasa valía del sujeto o al desacierto de su elección. Pero, ante un rival sin fuelle, el fracaso es capaz de hundir la maquinaria más potente.
¿Ustedes ven a alguien, hoy, enfrente, capaz de ganar siquiera a un sillón vacío?
¡Que tengan buen verano!
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