Opinión Carnaval
Reyes Magos
Este Cádiz no para de regalarnos nervios, inciertos y frustraciones… pero ya sabemos que en casa del pobre la rutina no es otra que la conocida
Sus Majestades de Oriente, este año nos hemos portado bien, hemos aprendido a ser más generosos y a ayudar al prójimo. A pesar de tener cada día más dificultades para seguir viviendo en nuestra ciudad hemos sabido acoger al visitante y tratarlo con la hospitalidad con la que los gaditanos atendemos a quienes cruzan las puertas de tierra.
Hemos llorado la pérdida de muchos seres queridos y a pesar de todo intentamos pintarle una sonrisa a la vida. Hemos hecho nuestros deberes democráticos aunque a algunos les haya sorprendido el resultado obtenido. Seguimos sufriendo los reveses del empleo y el olvido de todas esas administraciones que dicen buscar el equilibrio entre los territorios.
La educación y la sanidad pública no están en su mejor momento, ni si quiera las libertades, y tiene gracia que sea así en la tierra de la libertad.
Seguimos sufriendo deportivamente. Este Cádiz no para de regalarnos nervios, inciertos y frustraciones… pero ya sabemos que en casa del pobre la rutina no es otra que la conocida.
Por todo eso y por muchas cosas más que no cabrían en esta carta, humildemente creo que a pesar de nuestros errores, hemos sigo buenos… Y por eso os pedimos otro carnaval.
Un carnaval que nos ayude a evadirnos de nuestra realidad, a convivir con los demás, a disfrutar de la música, a revelarnos contra todo lo que nos oprime, a hacer amigos, a integrar a los diferentes, a aprender de los niños, a pintar de violeta nuestros mensajes, a reivindicar nuestra identidad, a brindar por nosotros, a sentirnos cómplices de una tradición, a combatir el frío con coplas, a pintarnos la cara, a dormir menos para soñar más, a cantar, a gozar, a reír.
Prometemos volver a ser buenos y seguir sembrando nuestra fama de buenas personas, pero no nos falléis; regalarnos otro carnaval. Solo eso. Tan solo un regalo, pero tan grande que vale una eternidad.
Los reyes magos de los gaditanos no amanecen el día 6 de enero sino que se posponen por una suerte de hechizo mágico hasta el día 9. Entonces, cuando el telón granate del Gran Teatro Falla se eleve al cielo, el alma al aire y la copla al viento, entonces, solo entonces, habrán llegado nuestros Reyes Magos.
