cardo máximo
¿Qué delito cometí?
Todo vendido para ver 'La vida es sueño'. Un éxito, ¿verdad? ¿O más bien habría que hablar de fracaso?
La Compañía Nacional de Teatro Clásico estrena hoy una nueva versión de 'La vida es sueño' en el teatro municipal Lope de Vega. Pero pierda cuidado el lector despistado: no hay localidades disponibles para ninguna de las tres funciones que el elenco va a representar. ... Se agotarían al poco de anunciarse la programación del escenario hispalense y ya no hay manera de conseguirlas ni para hoy viernes, ni para mañana ni para el domingo. Todo vendido. ¿Un éxito, verdad? ¿O más bien habría que hablar de fracaso?
Que la principal compañía teatral pública de España programe tres funciones un solo fin de semana es una desgracia… para los aficionados al teatro clásico, que en Sevilla solíamos ser un grupito algo más numeroso que el aforo del Lope de Vega multiplicado por tres. ¿No da para más la ciudad de los conciertos multitudinarios en la Plaza de España durante un mes y las cuatro óperas con hasta cinco representaciones de alguna en el teatro de la Maestranza? ¿Tanto ha decaído en Sevilla la afición por el teatro del Siglo de Oro?
La Compañía de Teatro Clásico solía sentirse en Sevilla como en casa, como una prolongación del teatro de la Comedia en la madrileña calle del Príncipe. Aquí llegaba a estar dos semanas: estrenaba el jueves hasta el domingo, descansaba el lunes y no recuerdo bien si también el martes y retomaba las representaciones desde el miércoles hasta el siguiente domingo. En total, nueve o diez funciones la mayoría con lleno asegurado y, en cualquier caso, con buena entrada. Hay que remontarse al estreno en 1986 de 'El médico de su honra' con Pellicena diciendo el verso de la manera más clásica para anudar la especialísima relación que la CNTC mantenía con la ciudad y su Universidad, donde figuras de la talla de la catedrática Mercedes de los Reyes aseguraban el necesario entorno cultural para que la experiencia teatral fuera más allá de la asistencia a un simple espectáculo.
Pero aquello fue reduciéndose paulatinamente. Me falla la memoria si el Segismundo de Pedro Mari Sánchez estuvo dos semanas, pero el montaje de Helena Pimenta con Blanca Portillo en el papel protagonista –menuda interpretación– de hace una década ya se limitaba a un solo fin de semana en cartelera. La ciudad que presume de tantas cosas –y algunas tan peregrinas– y tan presente en el teatro barroco se ha dejado acortar la anual ración de los clásicos sin alzar la voz. El teatro tendrá sus razones y la compañía las suyas, pero los aficionados quedan en tierra de nadie como si Sevilla fuera una escala más en la gira por provincias en vez de la plaza fuerte que fue para la dramaturgia clásica.
A partir de ahora, las giras de la Compañía de Teatro Clásico debería patrocinarlas Renfe, porque no nos queda otra que tomar el AVE y pasar el fin de semana en Madrid para poder presenciar 'La vida es sueño'. ¿Qué delito cometí contra vosotros naciendo… en Sevilla?
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