El fin de una vida y de una época

Personalmente, jamás cambiaría nuestra infancia por la que veo hoy. Ahora los niños corren para hacerse adultos

Javier Fornell

Cádiz

Durante años mis veranos fueron tan rutinarios que aún hoy recuerdo cómo los vivía. Salía de casa cada mañana, a eso de las 10.30, recogía a mi amigo Antonio y a la playa. Allí nos esperaba la pandilla. 'La Marabunta' nos hacíamos llamar por ... la cantidad de pequeños elementos que la componían. Estábamos en la playa hasta las 14.15 y entonces corría a casa a comer. Por la tarde, no nos dejaban irnos antes de las 16 horas en invierno; en verano, a las 17horas. Y nuevamente nos íbamos a la playa hasta que caía el sol.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación