Opinión
Las uvas de Lalachus
Broncano y Lalachus trajeron un soplo de algo nuevo para un día que lleva demasiado tiempo enlatado
El año termina como empieza, con Cristina Pedroche tratando de ser la protagonista de la última noche de 2024. Esta vez con un traje que recalca que no hablamos de feminismo ni de machismo con el traje de la susodicha; ya que no es ... ni lo uno ni lo otro, ni siquiera es provocación —eso le sale mucho mejor a los chicos de la Revuelta—, tan solo es marketing. El que le sirve para seguir vendiendo libros en esta sociedad de la ignorancia en la que una presentadora vallecana es capaz de difundir sus barbaridades maternales sin importar la opinión de los especialistas. Pero eso es otra historia.
La historia de la noche del 31 se hacía en dos balcones paralelos, los que ocupaban los equipos de Antena 3 y TVE. En enfrentamiento Pedroche & Chicote Vs. Lalachus & Broncano. El desparpajo de los segundos frente a la impostura de los primeros. La cómica Lalachus había sido el centro de atención en los días previos, ya que la actriz Laura Yustres es quizá la más desconocida entre el gran público, pero con una carrera contrastada en radio y en redes (los nuevos medios de comunicación que llegan al público joven).
El resultado es que Lalachus, más allá del siempre recurrente insulto a la comunidad cristiana (esta vez con mofa sobre el Corazón de Jesús) y Broncano lograron una retransmisión divertida que parece haber reunido un público joven. Frente a una Pedroche que llega a ocultar el verdadero sentido de la retrasmisión de «las uvas», para convertirlo en un esperpéntico pase de modelos con una especie de corsé carnavalesco en el que reivindicaba el uso de la leche materna al estar hecho con esa sustancia. Un sinsentido que rompía la estética y que nuevamente jugaba al marketing de la pareja de Dabiz Muñoz.
Por suerte, y pese a no ser santos de mi devoción, Broncano y Lalachus trajeron un soplo de algo nuevo para un día que lleva demasiado tiempo enlatado, como todos los programas posteriores. Esperemos que no sea un día de la marmota eterna y que 2025 nos traiga muchas nuevas felices.