OPINIÓN
La pequeña gran regata
Debemos volver a recuperar la vida, los eventos como estos que recuerden a nuestros vecinos que estamos aquí y estamos prestos a crecer y creer
En 1992 la ciudad de Cádiz vivió uno de los acontecimientos más recordados por todos: la Gran Regata. El puerto volvía a ser el de antaño, rodeado de veleros como nunca antes lo estuvo, pues nuestro puerto era la propia bahía.
Ahora, en 2023 repetimos en una pequeña gran regata, organizada de forma casi express por el nuevo consistorio y que va a ofrecer novedades interesantes. Por ejemplo, el inicio del cumplimiento de una promesa electoral de Bruno: la ciudad de los libros, con una isla literaria que permitirá dar visibilidad a la gran generación gaditana. Esa generación, que muchas veces queda oculta por otras artes pero que ha dejado grandísimos nombres en las librerías
Esa promesa electoral ha dado lugar a una isla de libros dentro del recinto portuario. Un espacio dedicado a conocer Cádiz y su vinculación con el mar, con mesas redondas (tendré el honor de estar esta tarde en una), presentaciones y firmas en las librerías que se han animado a ir. Y eso es lo mejor -el que sea una promesa electora- ya que demuestra que este equipo de gobierno viene con ganas de hacerlas realidad.
La Gran Regata 2023 será una prueba de fuego, el primer gran evento de la legislatura gaditana. Y por ahora parece que las cosas se están haciendo bien, con previsión aunque con premura por el escaso tiempo para organizarlo. Aún así, ver ya el puerto convertido en un recinto «ferial» alegra el corazón a quienes soñamos con un Cádiz grande y vivo; alejándose del zombi que ha sido estos últimos 8 años.
Aún así, se antoja una pequeña gran regata, ya que faltarán algunos de los grandes atractivos como Elcano o el Américo Vespucio, pero eso no quita para ser unos días diferentes. Más en una ciudad que sabe volcarse en sus eventos, como ya se vio en el Congreso de la Lengua. Y que va a celebrarlo como propio después de un verano atestado de turistas.
Cádiz necesita recuperar sus espacios, su identidad. Y la regata pide ser un referente que unir al SailGP para recuperar el espíritu marino y marinero de una ciudad bañada por el Atlántico. Ese espíritu que deberíamos mantener para volver a ser americana y europea; comercial, internacional y local. Mientras miramos de nuevo a la bahía para crecer y ser grandes. Cádiz sin el mar no es Cádiz; Cádiz sin la bahía, tampoco es Cádiz.
Por eso debemos volver a recuperar la vida, los eventos como estos que recuerden a nuestros vecinos que estamos aquí y estamos prestos a crecer y creer. Haciéndolo de la mano, todos juntos, con la solidaridad del marino, luchando unidos por una bahía grande. Pasos se están dando desde las instituciones y ya hemos visto acercamientos de Cádiz, San Fernando y Puerto Real. El camino es largo, pero algún día volveremos a ver una Gran Regata donde todos tengamos algo que aportar. Por ahora, nos queda disfrutar de esta pequeña gran regata que solo es el pistoletazo de salida de una carrera de fondo.