OPINIÓN
Los demonios de Podemos
El uso del poder de los machos alfas podemistas ha demostrado que escondían mucha más mierda de la que parecía
Podemos nació el 15M como un fenómeno de masas en el que la sociedad se levantaba contra la suciedad y corrupción de la misma sociedad. Un movimiento popular que venía a cambiar la política y, con eso, nuestro día a día. Que comenzó a hablar ... del nuevo feminismo, luchando contra la violencia de género para dar voz a las mujeres maltratadas. Venía a cambiar los aires viejos, el de las castas asentadas en el poder, para dar voz al pueblo. Y, poco a poco, se transformó en un movimiento por y para las mujeres, desde su ideología propia, de izquierdas y «popular».
Pero el tiempo ha pasado, y los líderes mesiánicos del movimiento han demostrado lo que son. Pablo Iglesias, hijo de la casta, volvió a su chalet de Galapagar, cambiando a una mujer por otra; a las que ascendía de forma meteórica sin importar sus méritos; Echenique, alejado de la política; Monedero y Errejón acusados de acoso sexual y violencia contra las mujeres; algunas del partido, otras externas.
El uso del poder de los machos alfas podemistas ha demostrado que escondían mucha más mierda de la que parecía. Miedo y coerción, entre promesas de ascenso, sirvieron a la manada de Podemos para mantener las denuncias silenciadas. Pero las mujeres del partido han acabado hablando. En la lucha cainita de la izquierda, las rivalidades de Sumar, Podemos y Más País han terminado dinamitando a los tres partidos; a lo que se ha unido la rabia contenida de quiénes se mantuvieron en silencio y han terminado rompiendo el silencio más cobarde.
El silencio de quiénes todavía desean ascender hasta la casta. El silencio de los que han pasado de defender a las mujeres, del «hermana, yo sí te creo», al «hermana, cállate». Se llenaban la boca de acusar a la extrema derecha de machismo y de violencia de género; y la violencia se encontraba dentro de sus sedes, en sus líderes. Es lo que tienen los mesías, como Iglesias, como Monedero, que se creen por encima del bien y del mal; que se creen capaces de convencernos de que le demonio es le vecino mientras espanta moscas con su tridente.