OPINIÓN
Chinos, madrileños, perros y grillos
Me faltaron propuestas y consenso; y ver un interés real por Cádiz por encima de los partidos y de los egos
El debate de Onda Cádiz con los siete candidatos a la alcaldía ha sido de lo más esclarecedor. En primer lugar para ver qué candidato juega a ganador, cuáles a buscar oposición, y cuál va a jugar a ser político; en segundo, para ver que ... como los seis (más que improbable) alcancen sillón en el pleno, estos van a ser de lo más divertidos. Y eso se nota en sus propuestas, pero, sobre todo, en su actitud frente a la cámara de televisión.
Bruno Garcia (PP), Oscar Torres (PSOE), David de la Cruz (Adelante Andalucía), Juan de Dios Sánchez (C's), Helena Fernández (Izquierda Gaditana), Eugenio Belgrano (Ahora Cádiz) y Marcelino Laínez (PACMA) dejaban un espectáculo en el que se decía más con sus gestos que por sus programas. De hecho, para mí, la grata sorpresa ha sido el candidato de Ciudadanos, que con un talante moderado parecía mostrar la cara más amable de la política. Alejándose de la caja de grillos en la que se convertía el debate por momentos.
Y la decepción fue Oscar Torres, al que tengo en gran consideración, que parecía fuera de lugar con un discurso anquilosado en el pasado, atacando una y otra vez al gobierno de Teofila Martínez, pero obviando que ha sido socio necesario de gobierno las dos legislaturas de José María González. Tan solo en un momento vi al candidato que esperaba: cuando se enfrentó a Eugenio Belgrano en la defensa de los políticos, siendo rápido al recordarle al de Ahora Cádiz que lleva ya muchos años tratando de convertirse en eso que criticaba.
Del resto, poco, muy poco, se salva. Tan solo perlas que sacan más la risa nerviosa que ganas de ver el proyecto. Frases como la lanzada por Eugenio Belgrano para decir que «chinos y madrileños» tienen que pagar en los Museos gaditanos. Curioso que lo diga él, supuesto empresario del turismo. La segunda gran píldora la lanzaba PACMA con un «primero los animales, y ya luego, claro, los ciudadanos». Aunque no podemos dejar atrás otras como «más allá del río Arillo» que puede llegar a sustituir al «mesetarian» como chovinismo gadita.
Y así se llegaba la última polémica, la que ha salido a la calle: los perros en los autobuses. ¡Cómo si no hubiera cosas más importantes en la ciudad! Al menos ha servido para ver que la duplicidad de normativas municipales, motivadas por una mala gestión, ha provocado que no se pueda entrar con los animales en el autobús; aunque otra normativa diga que sí. O lo mismo sí es algo esencial en una ciudad que cuenta, según ciertas estadísticas, con más perros censados que niños menores de 12 años.
Tan curioso ha sido el debate, que he terminado echando de menos a Ismael Beiro. Quizá nos hubiéramos llevado una sorpresa con el octavo pasajero. Tan extraño que no podía dejar de mirar los rostros, los gestos y las formas de un grupo que en ocasiones parecían estar en el patio del colegio gritándose «y tú más». Finalmente, el debate se me quedó corto. Me faltaron propuestas y consenso; y ver un interés real por Cádiz por encima de los partidos y de los egos.