De alcaldables

Exactamente igual pienso de otro de los alcaldables, Eugenio Belgrano, al frente de Ahora Cádiz. Una plataforma que reúne a algunos de los acérrimos de Kichi siete años atrás, como Karlos Puest; y a otros de un Ciudadanos en capa caída. Lo mejor de cada casa para mostrar que «no son de derechas ni de izquierdas». Otro experimento con gaseosa para jugar con la ciudad.

Pero Cádiz no merece eso. Merece un proyecto serio con profesionales capaces de retomar el norte de una ciudad que va a la deriva. La situación cada vez se hace más insostenible y contar como alcalde con un nuevo Kichi no es la solución. La solución pasaría por un candidato fiable y confiable, capaz de rodearse de un equipo profesional que pueda volver a poner en marcha todas las áreas de este ayuntamiento. Ni siquiera Asuntos Sociales, la supuesta lanza de batalla del partido en el gobierno, ha sido capaz de sobrevivir a la nefasta gestión sufrida estos años.

Y eso se une a otros sectores, como la limpieza o el mantenimiento de la ciudad, que brilla por su ausencia salvo en las zonas turísticas (curioso). Con un centro comercial que cada día se ve más empobrecido.

Por eso, ahora se está a tiempo de conseguir una alternativa real. La ciudad debe comenzar a ser gestionada como una empresa, para recuperar el pulso vital, las inversiones y los proyectos. De esta forma se podrá detener el sangrado de población que van (vamos) emigrando a ciudades del entorno. Claro que, quizá, también sea el momento de dar el paso a la creación de la ciudad Bahía de Cádiz, pero eso supondría esperar mucho de nuestros políticos. Y si cada día espero menos de ellos, viendo nuestros alcaldables me temo que eso no lo veremos nunca.

Eso sí, como se cree una corporación con Kichi, Beiro y Belgrano como concejales nos vamos a reír seguro. Y, en parte, seremos el hazmerreír una vez más. Por ser incapaces de ofrecer una alternativa con la fuerza y formación necesaria para sacar adelante una ciudad que tiene mucho que ofrecer, pero que va camino de perder toda su potencialidad. Con proyectos que parecen más un intento de destacar personalmente que de otra cosa, pues ninguno de ellos ha propuesto un programa real para la ciudad.

Cádiz no puede vivir de utopías ni de realidades paralelas. Necesita mano férrea y ganas de trabajar; mostrando capacidad de liderazgo y un proyecto fiable y viable que se base en la realidad actual y en la crisis global en la que nos encontramos. Solo de esa forma se podrán recuperar los años perdidos por el ingobierno de José María Gonzalez. Esperemos que el gaditano haya aprendido y no repitamos los errores de votar por populismos.