SIN ACRITUD
Voluntad política
Zona Franca sabe que, si quiere, el proyecto del hospital se desbloquea en 24 horas, pero el PSOE no lo va a permitir a un año de las andaluzas con Montero de candidata
Barcelona, julio del año pasado. La Zona Franca le cede a la Ciudad Condal varios miles de metros cuadrados para construir vivienda social. El interés de los ciudadanos muy por encima de los de la institución. Y por supuesto de los gobiernos de turno, sea ... cual sea su color. Ejemplos como este hay muchos. En Jaén también ha ocurrido algo similar. Y hasta en Cádiz. El mismísimo Kichi le cedió a la Junta parte del suelo de los terrenos de los antiguos depósitos de tabaco para ubicar allí la Ciudad de la Justicia. Remontándonos en el tiempo hay más casos. Mítico fue aquel acuerdo de los años 80 por el que Carlos Díaz le alquiló al Cádiz CF de Manuel Irigoyen el estadio Ramón de Carranza por una peseta al año durante cinco décadas. Si hay voluntad política, todo se puede arreglar. El problema es cuando no la hay. O cuando la única voluntad es la de, como decía esta semana el alcalde de Cádiz Bruno García, «al enemigo ni agua». Eso es exactamente lo que está ocurriendo con el hospital de la capital gaditana. Que el PSOE de María Jesús Montero no está dispuesto a que el PP se ponga la medalla del proyecto más importante y necesario para los gaditanos a un año vista de las elecciones andaluzas, en la que ella es la candidata impuesta por Pedro Sánchez. Montero tiene en su mano la llave que desbloquearía tan importante asunto, pero no está dispuesta a entregarla. Resumen muy rápido de la situación. El terreno para construirlo ya está decidido, el solar de la antigua factoría aeronáutica CASA, que pertenece a la Zona Franca. La Junta ya tiene asignados 500 millones para construirlo. Solo necesita que el Ayuntamiento compre el suelo y se lo ceda, como ha ocurrido en numerosos casos anteriormente. Además el precio de ese suelo es irrisorio -entre 12 y 19 millones de euros- en comparación con esos 500 millones que hacen falta para ponerlo en marcha. El problema, que la Zona Franca se niega a vender el suelo al Ayuntamiento. El motivo que alega es que si es la Junta quien tiene que construirlo, debe ser también la que compre el suelo. Motivos burocráticos, informes técnicos y bla bla bla es lo que alegan. Pero lo cierto y verdad es que no hay el más mínimo interés en que la operación salga adelante por una cuestión electoralista.
Fran González, cabeza visible de la Zona Franca, es quien da la cara. Pero en realidad no tiene ni voz ni voto. Simplemente obedece a pies juntillas las órdenes de sus superiores. Él fue candidato por dos veces a la alcaldía de Cádiz y sabe perfectamente que si se quiere desbloquear el proyecto, se desbloquea. En menos de 24 horas. Pero Fran González representa a un PSOE liderado por Pedro Sánchez que lleva años demostrando que su único interés es el de mantener el poder. Y tratar de alcanzarlo allá donde no lo tiene, que es en la inmensa mayoría de la comunidades autónomas, como Andalucía, o en las grandes capitales de provincia. Por eso ha puesto de candidata a María Jesús Montero. Para que utilice su poder como Ministra de Hacienda para favorecer sus intereses personales. Ocurrió en Jaén, donde prometió la quita de la deuda histórica para lograr la alcaldía por medio de una moción de censura. La filosofía es la misma que cuando Sánchez dijo aquella famosa frase que le perseguirá toda su vida «¿La Fiscalía de quién depende? Pues eso». En este caso la Zona Franca de quién depende. Pues del Ministerio de Hacienda. Al fin y al cabo es un recinto fiscal. Por tanto, los gaditanos seguiremos esperando el tan necesario hospital al menos hasta que haya un cambio de Gobierno. Los intereses electorales de Sánchez y Montero están muy por encima de los problemas de salud de los gaditanos. Y sus representantes por aquí abajo no son más que sus marionetas. Cómplices necesarios para sus tropelías. Una triste pena.