Mucho trabajo por hacer
LA VOZ ha reunido a los cuatro grandes aspirantes a la alcaldía. Sea cual sea el elegido, tiene una ardua tarea por delante para situar a Cádiz donde los gaditanos se merecen
Cuatro nombres. Cuatro candidatos. Cuatro formas de ver la ciudad. De entender Cádiz. En la mayoría de los temas importantes, absolutamente distanciados. En algunos puntos, coincidentes. Aunque son los menos. LA VOZ repasa hoy con los cuatro principales candidatos a la alcaldía de Cádiz el ... pasado, el presente y, sobre todo, el futuro de nuestra ciudad. Uno de ellos, con total certeza, sustituirá a Kichi en el sillón de la alcaldía de San Juan de Dios. Sea cual sea, no lo tendrá muy difícil para subir el listón. Cádiz está manifiestamente sucia. Incontestablemente mal mantenida. A eso añádale una flota de autobuses obsoleta, unos parques y y jardines muy mejorables, una iluminación precaria... El margen de crecimiento es inmenso. Ellos lo saben. Lógicamente tres lo dicen a boca llena, los tres que a día de hoy están en la oposición. David de la Cruz, 'heredero' del actual alcalde como cabeza visible de Adelante Cádiz, es más comedido. Pero es honesto, y tiene claro que hay cosas por mejorar. Habla de limpiar más y mejor, reconoce que se han equivocado no poniendo el alumbrado extraordinario de Carnaval, que hay que invertir más en el mantenimiento de los barrios. Bruno García insiste en la gestión. En trabajar mucho y bien, «gaditano a gaditano» para que la ciudad crezca y sus habitantes con ella. En similares términos se expresa el candidato socialista, que presume de ser quien más se 'patea' las calles, los barrios. «Tres rondas de visitas a asociaciones llevo ya». Y el candidato naranja, Juan de Dios Sánchez, quizá consciente de que sus siglas le restan más que le suman, se muestra como el más beligerante.
Curiosamente, el tema en el que más están de acuerdo es el carnaval. No tanto en el Concurso del Falla, en el que sobre todo Óscar Torres tiene muy claro que hay mucho que cambiar, pero sí en el de la calle. Este año la fiesta gaditana ha vuelto a brillar en plenitud y los cuatro se sienten orgullosos de ello. En el resto de temas, antípodas. Creación de empleo, modelo turístico, aparcamiento... ni se acercan, ni se acercarán. Sus formas de entender cómo hay que gestionar estos asuntos no tienen nada que ver. Y muy por encima de todos los demás, el punto que más ampollas levanta es la vivienda. Aquí incluso la cordialidad salta por los aires. Cruces de acusaciones, cifras que nadie se cree. Sospechas de falseamiento de datos. Tensión. Preocupación. Mucha declaración de intenciones y pocos planes concretos. Al menos por ahora. Veremos según se vaya acercando la fecha de la cita con las urnas. Todos tienen aún cartas guardadas que de momento prefieren mantener bajo la manga. Pura estrategia electoral.
Uno de estos cuatro hombres será el próximo alcalde de Cádiz. Sea cual sea hay una cosa muy clara: tiene mucho trabajo por delante. Una ardua tarea para situar a Cádiz la altura que los gaditanos merecen. El 28 de mayo sabremos quién carga con esa responsabilidad a sus espaldas.