SIN ACRITUD
Buena mar
Cádiz y la Armada Española están íntimamente ligadas desde hace siglos; desde ahora, a ese vínculo inseparable se une la Princesa Leonor de Borbón
Defendemos España en y desde el mar. Estas siete palabras, el lema de la Armada Española, encierran siglos de historia. La historia de la que antaño fuera la Armada más poderosa del mundo. La que aún hoy sigue siendo una de las más importantes dentro de la OTAN. Algunas de las páginas más gloriosas de nuestro país –el descubrimiento de América o la primera vuelta al mundo– fueron escritas por marinos españoles. Vestir su uniforme, lucir su escudo, es mucho más que un trabajo. Más que una vocación. Es un honor y una responsabilidad. El honor de pertenecer a un cuerpo militar en el que han inscrito sus nombres Juan Sebastián de Elcano, Blas de Lezo, Jorge Juan y Santacilia, Cervera y Topete, Sánchez Barcáiztegui, Ruiz de Apodaca, Federico Gravina... Se cuentan por cientos los nombres de marinos ilustres. Hombres y también cada vez más mujeres, que han entregado su vida a un código que incluye términos como honor, respeto, valor, dignidad, patria, lealtad, obediencia. Ser marino es entregar la vida a los mares, morir o triunfar, hallar la victoria en Lepanto o la muerte en Trafalgar, como reza su himno. Y los nombres de todos aquellos que a lo largo de los siglos han vestido su uniforme, de un modo u otro, han estado ligados a Cádiz y a su historia. Porque Cádiz no se entiende sin la Armada Española y la Armada Española no se entiende sin Cádiz. Sin San Fernando, sin Sanlúcar de Barrameda, sin Rota. Cualquiera de las murallas de la capital, muchos de sus monumentos, los nombres de calles y plazas, tienen su razón de ser por esa relación de la Bahía con el mar. La Armada Española fue la creadora de la primera ruta comercial de escala mundial, que unía Cádiz y Manila. Desde el puerto gaditano han partido expediciones cuyo destino eran Iberoamérica, África, Asia o cualquier puerto del mundo. Esa historia de fusión entre Cádiz, el mar y los marinos sumó ayer una nueva página con la partida del Buque Escuela Juan Sebastián de Elcano para realizar su XCVII Crucero de Instrucción con la guardiamarina Leonor de Borbón como parte de la dotación. Nuestra mejor embajadora a bordo de nuestro embajador flotante.
La Princesa Leonor es sin duda un excelente ejemplo de lo que entre todos debemos tratar de transmitir a nuestros jóvenes. Y la Armada Española, cualquiera de los tres ejércitos, la mejor escuela en la que formarse para cuando llegue el momento de convertirse en Reina de España. Cuenta además con una magnífico espejo en el que mirarse, el de su padre el Rey Felipe VI, quien ya realizó el mismo viaje que ella hace 38 años. Como él mismo le dijo durante la celebración de la Pascua Militar, su singladura a bordo de Elcano será una gran experiencia que sin duda le quedará grabada entre los mejores recuerdos de su juventud. «La mar es un aprendizaje y un desafío permanente, en ocasiones intransigente y crudo, sin margen para excusas». Las palabras del monarca definen a la perfección la sensación que han experimentado a lo largo de los últimos 97 años miles de marinos españoles. Ahora le toca el turno a ella y a sus compañeros de promoción. Todos los gaditanos le deseamos lo mejor para esta auténtica aventura, buena mar, y que deje el pabellón de España –como a buen seguro va a hacer– bien alto en todos los puertos en los que hagan escala. A bordo será guardiamarina. En tierra Princesa de España. Salve, Estrella de los mares, de los mares iris, de eterna ventura.
