SIN ACRITUD
Dos grandes retos
La Zona Franca de Cádiz tiene ante sí dos desafíos: convencernos de que su proyecto de economía azul no es un bluf y desbloquear de una vez el hospital
Vivir mirando al mar, no de espaldas a él. Ya sabemos que, históricamente, la prosperidad siempre ha llegado a Cádiz a través del Océano Atlántico. Es un hecho, no una opinión. Una obviedad que, sin embargo, los gaditanos no terminamos de ver. Ni de creernos. ... Por eso, desde LA VOZ de Cádiz y ABC siempre hemos tratado de dar relevancia a cualquier iniciativa relacionada con la actividad marítima, bien sea comercial, industrial o de cualquier otra índole. En los últimos años, una de las grandes iniciativas en este sentido la ha puesto en marcha la Zona Franca con la creación de la «Incubadora de Alta Tecnología Incubazul», una especie de 'ecosistema' en el que tienen cabida todo tipo de empresas, grandes y pequeñas, cuya actividad tenga que ver con los océanos. Desde una que se dedica a reciclar residuos para hacer prendas de vestir u otra que fabrica chips para colocar en las boyas y detectar tsunamis. El centro neurálgico de este proyecto está situado en el recinto exterior de la Zona Franca, en un original edificio hecho con contenedores de barcos. Para dar a conocer esta iniciativa se creó también el 'Blue Zone Forum', unas jornadas que una vez al año reúnen en Cádiz a los grandes especialistas de la cosa. Hasta aquí todo bien. Magnífico. Tres patas. La primera, la idea, basada en la relación entre la economía y el mar. La segunda, un edificio para concentrar el talento y a las empresas dispuestos a desarrollarlo. Y la tercera, un foro en el que debatir y dar a conocer la cosa. De manual todo. Perfecto. Sin embargo, como tantas otras fantásticas ideas que los gaditanos hemos visto florecer en los últimos años –décadas–, empieza a correr el riesgo de convertirse en un bluf. O lo que es lo mismo, en un «montaje propagandístico destinado a crear un prestigio que posteriormente se revela falso», según la primera acepción del Diccionario de la RAE. Y es que después de varios años ya oyendo hablar de proyectos modernísimos, de contribuir desde los medios de comunicación a difundirlos, nada parece concretarse y revertir realmente en riqueza para la Bahía de Cádiz. No se sabe a ciencia cierta qué empresas forman parte del proyecto y su volumen real de facturación. Desde luego ninguna de ellas es una gran compañía ni está creando un gran número de puestos de trabajo. El edificio Incubazul puede verlo usted con sus propios ojos. No tiene más que salir de Cádiz por la Zona Franca, paralelo a la vía, y verá cómo los contenedores se están oxidando y aquello está prácticamente parado. Mención aparte merecen los numerosos viajes que está haciendo el delegado especial de la Zona Franca a cuenta de este asunto. El tópico sería decir que parece Willy Fogg, aquel león de dibujitos animados inspirado en el Phileas Fogg de 'La vuelta al mundo en 80 días', una de las numerosas obras maestras de Julio Verne. El caso es que Fran González y su séquito llevan un buen número de viajes a sus espaldas en los dos últimos años. Han estado en Argentina, en Uruguay, en Colombia esta misma semana. En la paradisíaca isla de Curazao, en pleno Caribe. En Casablanca. Todo ello bajo el paraguas de lo que llaman Economía Azul, que es sin duda una de las grandes oportunidades de futuro para Cádiz. Y bien está, nada que objetar, siempre que todo ello revierta en riqueza para los gaditanos. Ojalá pronto todo esto, aún bastante etéreo, se concrete en algo más sólido.
Mientras tanto, la Zona Franca podría centrarse también en el otro gran asunto de interés para todos los gaditanos, el hospital. No es que tenga que construirlo, pero sí que está en la obligación de desbloquearlo, toda vez que es la propietaria del terreno sobre el que debe construirse. El Ayuntamiento de Cádiz ya hizo una oferta por ellos que fue rechazada. Cabe esperar que tenga otra y que la presente a la mayor brevedad posible. Y que, esta vez sí, sea aceptada y por fin pueda empezar a construirse el centro hospitalario. Los intereses de los gaditanos están muy por encima de los de la Zona Franca. Y desde luego de los del PSOE, aunque nos hayamos acostumbrado a que Pedro Sánchez o María Jesús Montero primen los suyos propios por encima de cualquier otro. En este caso la pelota está en el tejado de Fran González, del que cabe esperar que anteponga los intereses de los gaditanos sobre cualquier otra cosa. Seguro que él mismo habrá reflexionado sobre ello. Quizá en el regreso de uno de sus largos viajes desde el Caribe. El tiempo lo dirá. Pero el tiempo ya apremia.