SIN ACRITUD

El blanco de las batas

Bruno García y Fran González, Ayuntamiento y Zona Franca, están en la obligación de alcanzar un acuerdo para exigir a la Junta que construya el hospital de Cádiz

El proyecto del futuro hospital de Cádiz se ha vuelto a enmarañar. Por quinquagésima vez. Ocurre históricamente cuando un plan, el que fuere, depende de más de una administración. Más cuando son de distinto signo. Qué le voy a contar que usted no sepa. En ... este caso depende de tres. Dos de ellas del PP, Ayuntamiento y Junta de Andalucía. Y la tercera del PSOE, Zona Franca. El gobierno andaluz es el que tiene que poner la pasta. Y de momento, este año, ni un duro. Tampoco sirve para nada tenerla si antes no se soluciona el tema de la propiedad del suelo. Aquí también tenemos malas experiencias en eso para aburrir. El proyecto de Las Aletas, por ejemplo. Hay millones depositados en el banco desde hace por lo menos quince años. Pero no hay manera de aclarar el embrollo judicial sobre la titularidad de los terrenos. Algo muy similar ocurre con el proyecto del Cádiz CF, el famoso 'Sportech City'. El club tiene millones provenientes del fondo de inversión de la Liga, pero anda enfrascado en disputas judiciales por los terrenos de Delphi con la Autoridad Portuaria y la Zona Franca. Por si acaso ha adquirido otros terrenos en El Puerto de Santa María. Pero lo cierto es que a día de hoy, nada de nada. En el caso del hospital, simplificando, la situación es la siguiente. Tiene que construirse en el solar de la antigua aeronáutica CASA, propiedad de Zona Franca. En principio la idea era hacer una permuta con otro solar en Los Barrios propiedad de la Junta. Descartado. Ahora, la idea que propone Bruno García es construir el centro hospitalario y reservar 2.000 metros cuadrados para que Zona Franca pueda 'explotarlos' y recuperar la inversión que hizo en su día. Una propuesta que no convence a Fran González, ya que entiende que no es suficiente espacio para generar tanta actividad económica, ya que el solar costó en su momento casi 12 millones de euros y a día de hoy costaría unos 20. En todo caso, para completar la cifra pediría también la cesión de algunas naves del recinto exterior que actualmente pertenecen al Ayuntamiento. Total, un lío económico–burocrático de tomo y lomo. Pero con un matiz importante. Muy importante. Es perfectamente solucionable. Y lo es siempre y cuando ambas partes, en este caso Bruno García y Fran González, sean capaces de llegar a un entendimiento. De aparcar intereses políticos y pensar exclusivamente en Cádiz y los gaditanos. Esa es la gran esperanza que podemos tener a día de hoy si queremos que en un futuro cercano el nuevo hospital pase de ser un dibujo en un plano a un edificio real. El gran proyecto depende de dos políticos jóvenes, de talante dialogante, de distintos partidos pero con una buena relación personal. Ambos deben hacer un esfuerzo por llevar este asunto a buen puerto. Si lo logran, difícilmente van a tener mayor satisfacción en el resto de su vida que la de poder decir que ellos fueron los artífices del nuevo y moderno hospital de Cádiz.

Para ello deben aparcar las mínimas diferencias que tengan. Y aparcar también sus agendas. Darle prioridad absoluta. Conformar un equipo de trabajo conjunto que no se levante de la mesa hasta alcanzar un acuerdo. La posibilidad es real y está ahí, al alcance de la mano. De sus manos. Y cuando lo hagan, exigir a la Junta de Andalucía que de una vez incluya en sus presupuestos el dinero necesario para construirlo. Sin excusas. Sin colores políticos. Aquí el único color que debe primar es el blanco de las batas. Ya llevamos demasiados años perdidos. García y González. Bruno y Fran. En sus manos está pasar a la historia de Cádiz. Lo tienen todo a su favor.

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